La crisis en China, la debilidad de los países emergentes, la posible subida de tipos por parte de la Reserva Federal estadounidense, así como las tensiones políticas en muchos países están llevando a la economía mundial a experimentar un crecimiento menor del esperado.
De hecho, según ha confirmado el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, el consenso de los analistas mundiales está revisando "a la baja el crecimiento mundial". Consenso pesimista que se rompe en el caso de la zona euro y la India. Así, tras años de recesión, la economía mundial "está saliendo de la crisis, pero está siendo una salida difícil, con altibajos no previstos y más lenta de lo que se esperaba", según advertía en un desayuno informativo organizado por Europa Press este lunes.
En el caso de la economía española Linde se ha mostrado muy optimista, en línea a la previsión del Gobierno de los últimos meses, y ha vaticinado un crecimiento del PIB del 3% este año y una cifra "muy parecida" en 2016.
Un crecimiento que se puede ver empañado si se dejan de realizar "políticas serias y realistas que generen productividad". A su parecer, las previsiones económicas de España no peligran y la creación de empleo seguirá si se mantiene una política "seria, ortodoxa y responsable". Esto permitiría alcanzar una cifra de paro del 20% o inferior el año que viene, algo que, a su parecer, "no es imposible".
Preguntado por los periodistas sobre si le preocupa que el resultado de las elecciones generales derive en una coalición de izquierdas con Podemos reitera que "no le preocupa ningún resultado concreto porque todos pueden tener políticas sensatas o no". En lo que ha hecho especial hincapié es en los mínimos de esas políticas que deben centrarse en la consolidación fiscal.
Y es que para Linde, el principal desequilibrio de España es el fuerte endeudamiento con el exterior, lo que hace que "tengamos una posición deudora muy importante, muy superior a la de otros países como Francia o Alemania".
En este sentido, el gobernador ha recordado que la reducción del déficit ha sido "esencial" en los últimos años, tanto en España como en Europa, y ha advertido de que es "importantísimo" mantener esta senda para que la deuda pública empiece a bajar. "Si no hay consolidación, seguiremos teniendo una deuda que no hará más que aumentar, y eso puede llevar a que sea insostenible", ha augurado.