La banca española entra en las elecciones catalanas del próximo 27 de septiembre. Y lo hace con un comunicado corto, pero contundente. Las dos patronales AEB (banca) y CECA (cajas de ahorros) publicaban este viernes por la tarde una dura declaración institucional en la que exigen que se mantenga "el orden constitucional" y avisan: "la exclusión de Cataluña de la zona euro obligaría a las entidades a reconsiderar su implantación" en la región.
El comunicado es muy breve pero se entiende todo. De hecho, tampoco es casualidad que incluya un pie en el que se puede leer: "Las principales entidades asociadas a AEB y CECA son Caixabank, Santander, BBVA, Bankia, Sabadell y Popular". Es decir, los dos grandes bancos catalanes firman con nombre y apellidos.
El resto de la declaración apenas ocupa cuatro cortos párrafos. Tampoco hace falta mucho más para lanzar el mensaje deseado:
Ante las elecciones autonómicas convocadas en Cataluña para el próximo 27 de septiembre, AEB y CECA desean pronunciarse sobre los riesgos que para la estabilidad financiera comportaría cualquier decisión política que quebrantara la legalidad vigente y conllevara la exclusión de la Unión Europea y del euro de una parte de España.
En este primer párrafo la banca ya advierte: no quieren escuchar nada que implique el más mínimo riesgo de salida de la UE o el euro.
La exclusión de Cataluña de la zona euro, como consecuencia de la ruptura unilateral del marco constitucional vigente, comportaría que todas las entidades bancarias con presencia en Cataluña afrontarían graves problemas de inseguridad jurídica. Estas dificultades obligarían a las entidades a reconsiderar su estrategia de implantación, con el consiguiente riesgo de reducción de la oferta bancaria y, con ello, de exclusión financiera y encarecimiento y escasez del crédito.
En lenguaje diplomático, la banca española le está diciendo a Mas: en caso de independencia nos vamos y allá te las apañes, con la deuda pública, con el crédito y con las demás necesidades de cualquier economía moderna. Tiene sentido, la exclusión del euro implicaría una fuga de capitales y la falta de respaldo del BCE como prestamista de último recurso. Ninguna entidad puede arriesgarse a ese escenario. Como mínimo, los bancos catalanes tendrían que cambiar de sede y reducir su negocio en su región de origen. En el peor escenario, hablamos casi de un cierre bancario.
Las entidades integrantes de AEB y CECA consideran que, en todo momento, debe preservarse el orden constitucional y la pertenencia a la zona euro del conjunto de España. De otro modo se pondría en grave riesgo el objetivo de las entidades, que no es otro que proteger a sus depositantes y mantener el flujo de financiación a familias, a PYMES y a los sectores productivos y generadores de empleo del país.
Nueva advertencia. AEB y CECA no hablan sólo de balances, situación del sector en general o dificultades a nivel macro. Lo que se pone en peligro es el dinero de los depositantes y la financiación a la economía real.
AEB y CECA hacen un llamamiento a los líderes políticos para que, por medio del diálogo, impulsen las reformas que permitan seguir progresando en la consecución de mayores niveles de bienestar y cohesión social para todos.
Ni siquiera en este punto hay un gran consuelo para Mas. Las patronales bancarias no piden un nuevo marco de financiación, ni exigen al Gobierno ninguna concesión. Sólo se habla de "diálogo" y "reformas". Sin más.