Jeremy Corbyn ya es tildado como el líder más radical en la larga historia del Partido Laborista británico. Defensor de que Reino Unido abandone la OTAN y estreche lazos diplomáticos con Rusia, partidario de la reunificación de Irlanda o de que el ex primer ministro Tony Blair, de su propio partido, se siente en el banquillo acusado de crímenes de guerra por participar en la intervención de Irak son algunas de las posturas que, hasta ahora, eran inimaginables en un candidato para residir en Downing Street.
Pero Corbyn no sólo es polémico por la particular visión que mantiene en política exterior, sino por su radical programa económico. Republicano y reconocido marxista, el nuevo líder laborista ha elogiado en múltiples ocasiones la figura de Hugo Chávez en Venezuela y, por tanto, no es de extrañar que Podemos haya aplaudido fervientemente su elección el pasado fin de semana.
A continuación, algunas de sus principales propuestas económicas para Reino Unido:
- Rechaza la austeridad y propone reducir el déficit público disparando los impuestos, sobre todo a las rentas altas y grandes empresas.
- Pretende reducir o eliminar las deducciones fiscales a las empresas, subir el Impuesto de Sociedades, aumentar los tipos marginales a las rentas altas y aplicar un ambicioso plan de lucha contra el fraude fiscal para incrementar la recaudación.
- Defiende la renacionalización del transporte público y de ciertas infraestructuras, como el ferrocarril británico.
- Igualmente, propone nacionalizar el sector energético, con especial atención a las centrales nucleares, y reabrir la ruinosa industria del carbón británico, al tiempo que rechaza el fracking.
- Pretende poner en marcha nuevas políticas monetarias expansivas, al estilo del actual programa de compra de activos (Quantitative Easing) que desarrolla el Banco de Inglaterra, pero de forma directa. En concreto, habla de un Quantitative Easing "popular" que permitiría al Banco de Inglaterra imprimir moneda para que el Gobierno invierta en la construcción de viviendas a gran escala, energía, transporte y proyectos digitales a través de un banco nacional de inversiones. Es decir, "Planes E" a gran escala, pero financiados mediante la impresión de dinero, en lugar de emitir deuda pública.
- Propone crear un "Servicio Nacional de Educación", al estilo del sistema público de salud, con una amplia red de colegios financiada por el Estado y bajo el control de las autoridades locales; repensaría el papel de las escuelas y academias "libres" [independientes, pero financiadas por el Estado]; y eliminar las tasas universitarias y recuperar las becas de manutención estudiantil. Todo ello se financiría incrementando el coste del seguro nacional a quienes ganan más de 50.000 libras al año y aumentando los impuestos a las empresas en un 2,5%, o bien ralentizando el ritmo de reducción del déficit.
- Quiere incrementar todas las partidas de gasto social, así como reforzar la Sanidad Pública mediante la implantación de un "principio de atención universal gratuita", sin copagos ni tasas de ningún tipo, de modo que su financiación dependería completamente del presupuesto público.
- En materia de vivienda, quiere aumentar la construcción de pisos públicos; aplicar un control de alquileres en zonas caras como el centro de Londres, de modo que las familias que dependen de prestaciones sociales no se vean expulsadas de esos barrios por el aumento del alquiler; e incluso defiende vincular los alquileres privados al salario local medio, estableciendo así precios máximos.
- También habla de establecer un salario máximo nacional para limitar las altas retribuciones de directivos y altos cargos empresariales.
- Y aplicar un impuesto extraordinario sobre los beneficios de antiguas empresas públicas privatizadas o bancos rescatados cuya venta considera barata como, por ejemplo, el Royal Bank of Scotland.