El partido neonazi de Amanecer Dorado encabeza las encuestas entre los jóvenes griegos de 18 a 24 años. Muchos de estos simpatizantes proceden de las filas de Syriza, la coalición de izquierda radical que lidera Alexis Tsipras. El incumplimiento de su programa electoral y la aceptación del tercer rescate heleno ha causado un gran descontento entre los votantes más jóvenes de Syriza, quienes ahora se decantan por apoyar a los nazis.
Los griegos acudirán a las urnas el próximo 20 de septiembre para elegir gobierno. La división interna que ha sufrido Syriza tras la aceptación del rescate internacional ha pasado factura a Tsipras, hasta el punto de que algunos sondeos sitúan como ganador a Nueva Democracia. El apoyo a Syriza entre los votantes de 18 a 44 años ha caído de forma muy sustancial, pero dicho desplome se concentra, sobre todo, entre los menores de 24 años, quienes ahora apoyan mayoritariamente a Amanecer Dorado.
Los neonazis se sitúan ya como tercera fuerza política en Grecia, con un 5,5% de los votos, por delante del Pasok, aunque se mantienen a una considerable distancia de los dos principales partidos, Syriza y Nueva Democracia, con cerca del 25% de votos cada uno.
La pérdidas de apoyo entre sus bases más jóvenes no tiene tanta relevancia cuantitativa como cualitativa, ya que, si bien su número no es muy elevado, protagonizaron un importante papel en el ascenso de Tsipras al poder gracias a su intenso activismo político y social de cara a las pasadas elecciones de enero, con la entrega de folletos electorales, la organización de protestas y mítines o la celebración de festivales y actos de todo tipo a favor de Syriza.
Con Grecia sumida, nuevamente, en una profunda crisis económica, tras la desastrosa gestión de Tsipras durante su breve mandado, la juventud griega es uno de los colectivos más golpeados, puesto que su tasa de paro supera el 50%, la más alta de toda la UE. La fractura en el ala juvenil de Syriza se produjo tras la capitulación de Tsipras ante la troika.
Yannis Aggelidis, un estudiante universitario de 22 años, votó a Syriza el pasado enero, pero ahora se plantea abstenerse o bien apoyar a alguna pequeña formación anticapitalista, como Amanecer Dorado o Unidad Popular, en las elecciones del 20 de septiembre. Tsipras "tuvo su oportunidad y la perdió", lamenta. "Estamos decepcionados. No es lo que esperábamos", señala a Reuters Nefeli Tsikrika, otro universitario de 24 años. "Yo era partidario [de Syriza], pero ahora no estoy orgulloso de ello".