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Los cinco avances de la economía española

En los últimos trimestres, se ha consolidado la creación de empleo, aumentó la inversión, mejoró la competitividad y repuntó el crédito.

España ha registrado importantes avances económicos en los últimos años, liderados por el sector privado, pero todavía presenta grandes debilidades que, llegado el caso, pueden poner en riesgo la recuperación del país.

Así, más allá del intenso desapalancamiento que han protagonizado las familias y empresas durante la crisis, el Círculo de Empresarios destaca otros cinco progresos económicos a tener muy en cuenta.

1. Creación de empleo

Desde mediados de 2013, se observa un positivo cambio de tendencia en la evolución del mercado de trabajo. El número de afiliados a la Seguridad Social ha aumentado en casi un millón de trabajadores, de 16.426.756 afiliados (julio 2013) a 17.315.188 (julio 2015), si bien todavía se sitúa muy por debajo de los niveles de 2007.

Por su parte, el paro, si bien se mantiene muy elevado, se ha reducido en más de un millón de personas en dos años. Según la Encuesta de Población Activa (EPA), en el segundo trimestre de 2015 había 5,1 millones de desempleados en España, 1,2 millones menos que el máximo alcanzado en el primer trimestre de 2013 (6,3 millones).

2. Competitividad y sector exterior

Las ganancias de competitividad de la economía española vienen explicadas por la caída que han registrado costes laborales unitarios (CLU) desde 2011, invirtiéndose y ampliándose la brecha respecto a Reino Unido, Francia y Alemania, donde éstos han aumentado.

Esta mejora de la competitividad se ha traducido en un importante avance del sector exterior de España, ya que la contribución al PIB de las exportaciones se incrementó del 22,7% en 2009 al 32,6% del PIB en 2014. Según las últimas previsiones de la OCDE, en 2016 se producirá una aceleración del 6,1% en el ritmo de las exportaciones de bienes y servicios españoles, frente al 5,4% de 2015, situándose España como noveno país exportador del mundo.

Además, destaca la diversificación sectorial de las exportaciones en productos de mayor valor añadido. Los principales sectores exportadores son bienes de equipo, el agroalimentario y el sector del automóvil. Este último, ha alcanzado en 2014 (sumando la industria de componentes) su máximo anual del periodo analizado (35.613 millones de euros).

Otro sector que destaca por su competitividad es el turístico. España lidera, por primera vez, el ranking mundial de competitividad turística del Foro Económico Mundial Travel & Tourism Competitiveness Report. Escala ocho puestos desde 2011, explicado, fundamentalmente, por la calidad de sus infraestructuras, su patrimonio cultural y su adaptación a los hábitos de consumo digitales.

3. Inversión nacional

Otro importante avance es que la formación bruta de capital fijo (inversión) retorna a tasas de crecimiento interanual previas a la crisis, "apoyada en la mejoría de los condicionantes financieros y en un contexto de perspectivas favorables de la evolución de la demanda interna, que estimulan la adopción de nuevos proyectos de inversión", según enfatiza el Círculo.

En 2016, España será el cuarto país de la OCDE con mayor crecimiento de la inversión, con un 6,3% interanual, por encima del 5,4% previsto en 2015, tan sólo superada por Islandia (14,5%), Irlanda (9,6%) e India (7,7%).

4. Inversión extranjera

Asimismo, España se sitúa en el puesto doce del mundo en cuando a recepción de inversión extranjera directa (IED), según el ranking del World Investment Report (WIR) 2015. "El principal atractivo que ofrece España al inversor extranjero es su amplio mercado, caracterizado por una demanda sofisticada y con elevada capacidad adquisitiva. Asimismo, ha incrementado paulatinamente la importancia de sectores de alto valor añadido y aporte tecnológico, con un elevado componente de calidad, diferenciación, I+D+i y diseño", añade el informe.

España también se ha posicionado como plataforma de acceso para otros mercados como el latinoamericano y el de la región EMEA (Europa, Oriente Medio y África), "tanto por factores culturales y políticos, como por las oportunidades estratégicas que ofrecen nuestras empresas presentes en los mismos".

Y, por otro lado, España ha consolidado "un modelo de atracción de IED propio de las economías más avanzadas, donde el grueso de la inversión recibida se explica por operaciones de fusión y adquisición". Así, el informe European Attractiveness Survey 2015 (EY) señala a España como el cuarto destino de inversión más atractivo de Europa en 2014, por detrás de Reino Unido, Alemania y Francia.

5. Financiación

Por último, las empresas españolas tienen hoy un mejor acceso a la financiación bancaria, rompiéndose la tendencia de los últimos años. Según el Círculo, "a ello han contribuido el avance hacia la unión bancaria (que reduce las diferencias en el coste de financiación entre países), las medidas del BCE (que reducen el coste y aumentan la disponibilidad del crédito), la reestructuración del sector bancario español (que permite a la banca prestar más y en mejores condiciones) y la recuperación económica (que beneficia a la demanda solvente de crédito)".

Aunque los flujos de crédito continúan reduciéndose, si bien a menor ritmo, la concesión de crédito a nuevas operaciones está aumentando. Además, la dependencia de las empresas españolas, en especial pequeñas y medianas, a la financiación bancaria se está reduciendo, ya que ha pasado de un 80% del total a niveles de casi el 70%, favoreciendo el desarrollo de otras fuentes de financiación (mercados, crowdfunding, capital riesgo...).

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