El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha afirmado este jueves que la institución monetaria podría aumentar el tamaño y la duración del programa de compra de activos (Quantitative Easing) en caso de que sea necesario, ante el riesgo de que el crecimiento mundial se desacelere como consecuencia de la crisis china.
En concreto, el organismo ha decidido modificar uno de los parámetros a tener en cuenta en el funcionamiento de su programa de compra de activos públicos al elevar el porcentaje máximo que la institución puede adquirir de cada emisión de bonos. "Hemos decidido incrementar el límite del programa de compras de cada emisión desde el 25% al 33%", anunció el presidente del BCE, Mario Draghi en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno de la entidad.
A este respecto, el banquero italiano precisó que se estudiará "caso por caso" y destacó que el Consejo de Gobierno del BCE "ha subrayado su predisposición y capacidad para actuar" de cara a incrementar sus estímulos monetarios si fuera necesario "usando todos los instrumentos a disposición, en particular el programa PSPP".
Asimismo, el presidente del BCE ha reiterado que la institución continuará realizando sus compras por importe de 60.000 millones de euros mensuales hasta finales de septiembre de 2016, como estaba previsto, o "más allá si fuera necesario". "El programa seguirá en funcionamiento hasta que se haya producido un sustancial ajuste en la senda de la inflación", añadió el banquero italiano, que este jueves celebra su 68 cumpleaños.
Mantiene los tipos
Por otro lado, el BCE ha mantenido los tipos de interés en la zona del euro en el mínimo histórico del 0,05%. El BCE informó de que el consejo de gobierno, reunido en la sede central de la entidad en Fráncfort, también decidió mantener la tasa de interés de la facilidad marginal de crédito, a la que presta el dinero a un día, en el 0,3%. Asimismo la entidad dejó inalterada la facilidad de depósito, por la que remunera el dinero a los bancos, en el -0,2%.
Revisa a la baja el crecimiento
Tal como se esperaba, el BCE ha revisado sensiblemente a la baja sus previsiones de crecimiento e inflación para la eurozona como consecuencia de las turbulencias que afectan a las economías emergentes y la evolución de los precios del petróleo, según ha anunciado en rueda de prensa Draghi.
Las nuevas previsiones del BCE contemplan un crecimiento del PIB de la eurozona del 1,4% este año, una décima menos de lo esperado en junio, mientras que para 2016 prevé una expansión del 1,7%, dos décimas menos que el anterior pronóstico. A más largo plazo, el BCE espera que la economía de la zona euro crecerá en 2017 a un ritmo del 1,8%, dos décimas por debajo de la expansión prevista en junio.
Estas perores expectativas de crecimiento se deben, según Mario Draghi, a la caída de la demanda externa y el crecimiento más débil estimado para los países emergentes. De este modo, el banquero italiano admitió que los riesgos de la previsión se inclinan "a la baja".
En cuanto a la evolución de los precios, el BCE espera que la inflación de la eurozona cierre 2015 en el 0,1%, por debajo del 0,3% augurado en junio, mientras que para 2016 prevé que repunte un 1,1%, cuatro décimas menos que su anterior pronóstico. De cara a 2017, los nuevos pronósticos del BCE apuntan a un incremento de los precios del 1,7%, frente al 1,8% anticipado el pasado mes de junio.