Coches, casas y hasta barcos. Ninguna actividad de la economía se libra del afán de los propietarios por compartir los gastos de los bienes que poseen. Ahora, gracias a Pedro Sánchez, un profesor de Educación física en la Universidad San Antonio de Murcia, le ha llegado el turno al sector de la navegación.
A finales del mes de junio, Sánchez lanzó Barcoamigo, una plataforma que pone en contacto a los dueños de las embarcaciones con plazas libres con gente interesada en desplazarse en barco por la costa española. Además del viaje, los anuncios también pueden incluir la realización de alguna actividad de ocio o deportiva en el mar.
El modelo de negocio de este portal es muy similar al de Blablacar, la popular web para compartir coche. Al igual que Blablacar, para evitar que los propietarios de los barcos se lucren con los viajes, el precio de las travesías incluye exclusivamente los gastos del combustible que consumirá dicha embarcación.
Evitan que el dueño se lucre con el viaje
"Calculamos el coste del combustible teniendo en cuenta el tamaño de eslora de la embarcación, la forma del casco, la duración de las horas de motor, el tipo de combustible y, por supuesto, la potencia del motor", explica el CEO de Barcoamigo a Libre Mercado. "Para fijar las tarifas no tenemos en cuenta ningún otro gasto fungible, como el amarre o los gastos de mantenimiento del barco que corren a cargo del propietario", añade.
La idea de crear esta empresa surge de la pasión de este murciano por la navegación y de lo costoso que suponía afrontar solo los gastos de sus salidas al mar. "Antes sólo había foros donde algunos de nosotros contactábamos para navegar o ir a regatas porque sacar un barco a navegar te sale carísimo si no lo llenas de gente", cuenta.
Por cada viaje, la web cobra a los pasajeros un canon fijo de un euro y un plus de entre un 8% y un 15% del coste del combustible que se aplica al viaje. El porcentaje depende de factores como la antelación de la reserva y el trayecto.
En sus dos meses de vida, Barcoamigo cuenta con 800 usuarios registrados entre los que se incluyen tripulantes y armadores. La compañía tiene una plantilla de 8 empleados. "Vamos a realizar una ronda de inversión muy pronto para ampliar el negocio a los países vecinos. La náutica es una disciplina muy amplia y queremos ponerla al alcance de todo el mundo.
Sin miedo a las quejas de la patronal
Este mismo mes la patronal de autobuses, Confebús, demandaba a Blablacar por supuesta competencia desleal. El juzgado Mercantil nº 2 de Madrid admitía a trámite la demanda.
El sector del autobús lleva más de un año exigiendo el "cierre inmediato" de la plataforma para encontrar conductor. Para ello, habían enviado escritos de denuncia al Ministerio de Fomento, a la Sala Coordinador de Seguridad Vial, a la defensora del Pueblo a DGT y a Competencia.
Blablacar se ha defendido argumentando que ellos son "meros intermediarios" entre gente que quiere compartir los gastos de un viaje y que sus conductores no no se lucran con el trayecto porque mismos se encargan de poner un precio tope al viaje en función de la gasolina. "Es igual que decir que es ilegal compartir los gastos en un viaje entre amigos", ya que el coche de cinco plazas no es un vehículo que sea competencia desleal del autobús", decían a este periódico.
En Barcoamigo ya han recibido críticas del sector del alquiler de barcos, aunque no esperan denuncias "hasta que no tengamos más repercusión". Sánchez se muestra confiado en la legalidad de su actividad. "Nuestros usuarios particulares no se lucran con esta práctica, sino que únicamente se comparten gastos derivados de la propia actividad náutica. Para ello, la web se asegura de establecer un tope máximo de precios", explica.