¿Y ahora qué? Podemos y su máximo líder, Pablo Iglesias, acaban de abrir un debate interno tras la dimisión del primer ministro griego, Alexis Tsipras, y el previsible adelanto electoral para septiembre.
¿A quién apoyará Podemos? La coalición de extrema izquierda helena, Syriza, y su líder, Tsipras, eran hasta ahora sus grandes aliados, el referente a seguir en España tras su victoria en los comicios helenos celebrados el pasado enero. Sin embargo, la rendición de Syriza ante la troika ha provocado una importante disyuntiva en el partido de Iglesias.
Tsipras concurrirá a las elecciones de septiembre al frente de Syriza con la intención de revalidar su mandato y, de este modo, cumplir el plan de rescate recién acordado con sus acreedores internacionales. Pero el ala más radical de Syriza, contrarios al tercer rescate y causantes del adelanto electoral, acaban de anunciar que abandonan esta formación y crearán un nuevo partido llamado "Unidad Popular", al considerar que Tsipras ha incumplido sus promesas, traicionando así a sus votantes.
En principio, Unidad Popular estará integrado por un total de 25 diputados díscolos de Syriza, entre los cuales no figura el polémico exministro de Finanzas Yanis Varufakis. Su líder será el exministro de Energía Panagiotis Lafazanis.
La cuestión es que a este nuevo partido no le falta razón cuando critica a Tsipras, llegando incluso a tacharle de "traidor". El líder de Syriza ha incumplido todos y cada uno de sus grandes compromisos electorales, como rechazar el rescate, impagar la deuda y revertir las políticas de ajustes y reformas que exigen los acreedores.
De hecho, se presentará a las elecciones con un programa totalmente distinto al de hace apenas siete meses, ya que su propósito -al menos sobre el papel- es cumplir las duras condiciones del tercer rescate que exigen las instituciones europeas.
Las líneas generales del programa del memorando de rescate y, por tanto, de Tsipras son, entre otras, las siguientes:
- Aumento de la fiscalidad a los agricultores; eliminación de bonificaciones fiscales sobre la calefacción y el sector turístico, entre otros ajustes tributarios.
- Flexibilización del mercado laboral, eliminando las trabas aprobadas por Syriza en los últimos meses.
- Reducir y eliminar trabas burocráticas para invertir y crear empresas; liberalizar el mercado de bienes y servicios en base a las recomendaciones de la OCDE.
- Liberalizar el mercado de energía.
- Nuevos ajustes en el sector público. El coste salarial y la plantilla del Estado deben disminuir y evolucionar en función del PIB.
- Ahorro adicional del 0,5% del PIB en prestaciones mediante una amplia revisión del Estado del Bienestar.
- Puesta en marcha del nuevo fondo de privatización de activos en 2016 e implementación inmediata del anterior programa de ventas hasta entonces.
- Derogación de las medidas contra los desahucios y embargos hipotecarios aprobadas por Syriza, aunque se introducen una serie de ayudas para apoyar a las familias en situación de vulnerabilidad.
- Ahorro en el sistema de pensiones del 0,25% del PIB en 2015 y del 1% en 2016 mediante nuevos ajustes; derogar los cambios introducidos en el sistema por Syriza en los últimos meses; elevar la edad legal de jubilación hasta los 67 años en 2022, como muy tarde.
- Profunda reforma del sistema educativo a largo plazo, vinculándolo a la investigación.
Unidad Popular quiere salir del euro
¿Y qué defiende Unidad Popular? La facción que lidera Lafazanis ya no se anda con tapujos ni medias tintas: si para volver a disparar el gasto público y tumbar las reformas de liberalización no queda más remedio que salir del euro... La solución es salir del euro e impagar la deuda de forma unilateral. Éste y no otro es el principal eje discursivo de los díscolos.
Podemos se enfrenta, por tanto, a una importante disyuntiva, tal y como evidencia la reacción que está teniendo la cúpula del partido, por un lado, y las bases del mismo (potenciales votantes), por el otro. El partido está descolocado. Iglesias y los suyos han optado, de momento, por ponerse de perfil, limitándose a aplaudir la convocatoria de elecciones y la fiesta de la "democracia" griega y poco más, mientras culpan a la UE de imponer sus condiciones a Grecia.
Basta observar el antes y el después de Pablo Iglesias para percatarse del cambio de actitud respecto a Tsipras. A finales de 2014, cuando Syriza avanzaba con paso firme hacia la victoria electora, el líder de Podemos se mostraba así de eufórico.
Incluso en julio, cuando Tsipras claudicó ante la troika, Iglesias le mostraba su apoyo, aunque con cierto tono de resignación: "No vamos a dar la espalda a Tsipras en el momento más duro. No nos gusta el acuerdo, pero jamás un gobierno demostró tal valentía en Europa".
Ahora que la derrota de Tsipras es total, tras aprobar el rescate y convocar elecciones anticipadas, el líder de Podemos, por el momento, se ha limitado a aplaudir la "lección democrática" de Atenas.
La posición mostrada por Íñigo Errejón va en la misma línea. Ponerse de perfil y limitarse a destacar la "valentía" de Tsipras y el acierto de la convocatoria electoral... Ahora bien, "será el pueblo griego y la ciudadanía griega quien decida", según ha aclarado en la rueda de prensa celebrada este viernes. Horas antes, ya avanzaba esta misma postura en Twitter.
Un presidente que trata a su pueblo como mayor de edad sabe que, cuando se agota un programa electoral, hay que convocar elecciones.
— Íñigo Errejón (@ierrejon) agosto 20, 2015
¿A quién apoyará Podemos?
Pero este argumento es tan endeble que sus seguidores, ubicados en la extrema izquierda, no han tardado en estallar contra Tsipras, tildándolo de "traidor" y "vendido" a la troika.
Y es que, efectivamente, los socios comunitarios no pueden imponer nada coactivamente a Grecia. El mensaje de la troika a Tsipras siempre fue muy claro: si necesitas más dinero, éstas son las condiciones; pero si no quieres el rescate, ahí tienes la puerta.
Tras el polémico referéndum convocado por Tsipras, Europa abrió la puerta a Grecia para que saliera del euro, y, de este modo, el Estado heleno pudiera recuperar plenamente su soberanía monetaria y económica... Pero, llegado el momento, Tsipras cerró la puerta y aceptó todas las condiciones del rescate. De ahí, precisamente, que Unidad Popular abogue ya sin ambages por romper el memorando de rescate y abandonar la Unión en caso de gobenar.
¿Qué hará Podemos? ¿Seguirá apoyando a Tsipras a pesar de que ha incumplido su programa y de que, en caso e ganar las elecciones, se convertirá en el brazo ejecutor de la troika en Grecia o, por el contrario, mostrará simpatía por Unidad Popular, un partido a la izquierda de Syriza, cuya meta es abandonar el euro?
Desde Podemos, Raúl Camargo, diputado de la Asamblea de Madrid, ha admitido este viernes, en el programa Al Rojo Vivo de La Sexta, que la posición de su partido respecto a Grecia y Syriza deberá ser debatido internamente a partir de ahora. Él, personalmente, al igual que muchos de sus compañeros y buena parte de sus votantes, apuesta por respaldar ideas y no partidos. En concreto, se refirió al Programa de Salónica, el plan inicial con el que Syriza concurrió a las elecciones.
El problema es que, hoy por hoy, tras la aprobación del tercer rescate, ese programa es papel mojado en manos de Syriza. Ahora, tan sólo Unidad Popular podría reclamar su cumplimiento...