El consenso del mercado inmobiliario es claro: el sector ha recuperado la normalidad y la luz al final del túnel es cada vez más clara. Atrás quedan los años en los que la compraventa de viviendas se desplomaban a un ritmo superior al 30% anual. Un sector que crecía indiscriminadamente antes de que se pinchase la burbuja que sumió a muchos ciudadanos, relacionados de manera directa o indirecta con el sector, en la tragedia.
El año 2015 parece que, según los expertos, es el de la recuperación de la normalidad del sector. Algo que se puso de manifiesto en el último Salón Inmobiliario Internacional de Madrid hace apenas unos meses en el que la oferta de viviendas se disparó un 30% debido a que la demanda crecía lo propio. Una recuperación que parece que va unida al cambio de mentalidad. Tradicionalmente, comprar un inmueble era sinónimo en nuestro país como la mejor inversión a largo plazo y, durante muchos años lo fue.
La inversión a largo plazo pasó a ser una "ganga" que en apenas seis meses hacía ganar mucho dinero a los pequeños ahorradores. Muchos ciudadanos decidieron comprar una vivienda para venderla en menos de un año con rentabilidades cercanas al 50%. Pero todo eso se acabó dejando atrapados a muchos ciudadanos. Los tipos artificialmente bajos, la ralentización de las economías europeas, la falta de liquidez, las hipotecas subprime y un largo etcétera que en la actualidad todos conocemos llevó a una fuerte crisis inmobiliaria.
Hoy, siete años después, el mercado recupera la vigorosidad. La compraventa de viviendas aceleró su subida en junio hasta el 17% con respecto al mismo mes de 2014 y contabilizó 30.578 operaciones inscritas en los registros de la propiedad, encadenando así diez meses consecutivos de incrementos interanuales gracias a las operaciones de vivienda usada.
Antes de nada, aclarar que estos datos, pese a estar referidos a junio, en realidad toman como base los datos de los registradores de hace dos o tres meses. Es decir, la gente se animó a comprar casa desde principios de año por lo que todo parece indicar que los datos de compraventa serán mejores a medida que avance el año.
Un aumento del 17% de las operaciones que Fernando Encinar, director de Idealista, achaca a varios factores: en primer lugar, por personas que llevan años esperando que los precios bajen; en segundo lugar, por personas que tenían la necesidad de cerrar la operación por motivos personales, por herencia, por divorcios o porque han tenido un aumento de la familia.
Y la causa más interesante que pone de manifiesto el cambio de mentalidad en el sector: por la aparición de pequeños y medianos inversores desde el año 2013 "que ven que el dinero que tienen en los bancos no les está dando ninguna rentabilidad, porque los bancos no están dando ninguna rentabilidad, pero que se compran una casa y la ponen en el mercado de alquiler para obtener una rentabilidad que les permita, por lo menos, no perder dinero con la inflación, aunque la inflación sea muy baja".
Una compra de vivienda para destinar al mercado del alquiler que a ojos de este especialista del sector está beneficiando "de manera muy positiva al mercado del alquiler, porque ahora hay más oferta, la oferta es de mayor calidad y los precios del alquiler están más contenidos debido a que hay mayor volumen de oferta".
Inversor de mayor calidad que en la burbuja
Una de las consecuencias positivas de la inversión en vivienda por parte de pequeños ahorradores para destinar al alquiler es que "el mercado de alquiler está creciendo y crece en un producto mejor, las viviendas de peor calidad ya no tienen mercado. Antes, como había poco producto, tenías que alquilar lo que hubiera", explica en una entrevista a Libre Mercado. Ahora, las viviendas de mejor calidad, con buenos materiales, están cada vez más demandadas y los precios cada vez más contenidos.
Esto supone un claro cambio de mentalidad con respecto a hace diez años. "La calidad del inversor es distinta. El inversor que entró en la época de la burbuja era un inversor especulativo de corto plazo. Entraba, aguantaba la vivienda un año o año y medio y la vendía sacando unas rentabilidades de entre el 20 o el 40%", analiza el director de idealista.
El inversor que está entrando ahora en el mercado inmobiliario "es un inversor de largo aliento, de largo plazo, que compra para poner la vivienda en el mercado de alquiler y sacarle a largo plazo la rentabilidad a la vivienda". Encinar confía en que esta tendencia se mantenga, algo que beneficiaría al sector, aunque avisa, el mercado del alquiler va a seguir creciendo y consolidándose "si los políticos no se lo cargan".
Las medidas antideshaucios
Preguntado a este respecto, dice Encinar que no nota que haya miedo en el mercado de cara a las elecciones. "Estamos en un punto de incertidumbre, pero como en todas elecciones. Ha habido pocas citas electorales en las que haya habido un horizonte tan claro, tan claro como si las elecciones no se fueran a producir".
Sin embargo, respecto al tema del alquiler, su posición es clara: "Creo que para que cada vez existan más casas en alquiler de más calidad y a precio más barato simplemente hay que dejar que las medidas que aplicó la ministra Corredor del Gobierno Zapatero y las que aplicó la ministra Pastor en la primera parte de la legislatura de Rajoy funcionen".
Considera que esa flexibilización ha dado sus frutos. Ahora hay más viviendas en alquiler de las que ha habido en los últimos años, la oferta de viviendas en alquiler es mucho mayor, los precios son contenidos y "lo que tienen que hacer las autoridades políticas es dejar que eso fluya, no asustar al inversor. El dinero es muy cobarde y cualquier mensaje de que se van a paralizar los desahucios de alquiler o que se va a paralizar al mercado inmobiliario generan miedo".