El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha escenificado este martes la tradicional entrega oficial del Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2016 al presidente del Congreso de los Diputados, Jesús Posada. Unos presupuestos, los quintos y últimos de la legislatura, en los que el partido del Gobierno tiene puestas sus máximas esperanzas para ganar las elecciones a finales de año.
Después de cuatro años difíciles es tiempo de alguna alegría para recuperar la confianza perdida del electorado y conseguir obtener un buen resultado electoral. Partido a partido, presupuesto a presupuesto, Montoro ha logrado llegar al final de la carrera con la sensación del trabajo hecho y con la intención de "devolver el esfuerzo" a algunos sectores como los funcionarios, pensionistas y resto de trabajadores en forma de reducción de impuestos. De hecho, un 53% de los PGE va destinado a gasto social.
Sonriente, Montoro ha entregado el Libro Amarillo a Posada. Unas cuentas en las que se ha reducido el techo de gasto hasta un límite de gasto no financiero de 123.394 millones de euros, lo que supone un descenso del 4,4% respecto al techo de gasto de 2015. La cifra parte de una previsión de ingresos tributarios de 193.520 millones, un 4% más que en 2015, que se queda en 134.773 millones tras la cesión a las administraciones territoriales, un 0,8% más.
En su comparecencia, en la que ha desgranado el contenido de las cuentas públicas, ha avanzado una nueva bajada del IRPF en 2016, siempre que "la situación lo permita". También ha enfatizado que con estos presupuestos se devuelve "a toda la sociedad el esfuerzo que ha hecho" en esta legislatura. Unas cuentas que también reflejan una rebaja del impuesto de Sociedades. "A medida que se consolide la recuperación económica y la recaudación, el Gobierno seguirá haciendo lo que ha hecho hasta ahora" en materia impositiva.
Un Estado "cada vez más social"
Montoro ha aprovechado para criticar al Gobierno anterior: "Hay políticos a los que les gustaría gastárselo en otras cosas que en pagar el déficit", ha dicho el Ministro en referencia al anterior gobierno socialista. "Para volver a las andadas del gasto ya hemos perdido bastante, los gobiernos socialistas son unos expertos, yo les doy el título del despilfarro y del endeudamiento", ha seguido criticando Montoro.
"Hemos hecho lo que teníamos que hacer para sacar a España de la crisis", ha afirmado un sonriente Montoro. Cuando el ministro de Hacienda presentó los primeros presupuestos de la legislatura en 2012 afirmó que fueron las cuentas más difíciles de su carrera. Cuatro años después, finalizada la recesión y en pleno "círculo virtuoso" -en palabras del Ejecutivo- de la economía, todo indica que son sus presupuestos más sencillos.
Por ello, Montoro, defiende una cuentas con las que está de acuerdo "ideológicamente" porque presentan un "Estado cada vez más social garante de los servicios públicos fundamentales y un Estado que deje al sector privado trabajar".
El calendario
Unos presupuestos en los que el Gobierno elevará los salarios de los funcionarios un 1% y que contemplan además la devolución de la totalidad de la paga extra retirada en el año 2012. También subirán las pensiones, por tercer año consecutivo, un 0,25%.
Pese al recorte en el techo de gasto, dice el Ejecutivo que aumentará el gasto social y que este recorte es posible gracias a la mejora de la situación económica que lleva al Estado a pagar menos intereses de deuda y también a dedicar menos gasto en pagar prestaciones por desempleo debido a la mejora del mercado de trabajo.