Analizando territorio por territorio el impacto de la nueva normativa medioambiental aprobada por el presidente estadounidense Barack Obama, la ACCCE ha llegado a la conclusión de que el plan del mandatario demócrata supondrá subidas de entre el 10% y el 20% en el recibo de la luz de los ciudadanos.
La American Coalition for Clearn Coal Electricity advierte de que las medidas introducidas por la Casa Blanca para conseguir una caída en las emisiones de dióxido de carbono van a encarecer la factura de la luz un 12% para los hogares de Georgia, un 13% para las familias de Florida, un 15% para los residentes de Oklahoma o un 20% para los habitantes de Utah.
En esta línea va también un informe de la consultora NERA Economic Consulting, que advierte del fuerte desembolso que asumirán los estadounidenses. En total, las normas anunciadas por Barack Obama podrían encarecer en 73.000 millones de euros el gasto anual que asumen los hogares del país para pagar la luz. Para 43 de los 50 Estados de la Unión, los aumentos que soportarían las familias serían superiores al 10%.
Un duro golpe para las familias
Las medidas suponen un golpe especialmente duro para los ciudadanos de menores ingresos, ya que dichos hogares dedican un mayor porcentaje de su renta a pagar la factura de la electricidad. Es el caso de Mississippi, donde el 60% de las familias gastan ya el 19% de sus ingresos netos en pagar las facturas de la luz. En Pennsylvania esta ratio es del 17%, mientras que en Kansas asciende al 22%. Son estos territorios en los que las familias de menos recursos saldrían peor paradas.
En paralelo, NERA Economic Consulting ha analizado las regulaciones de eficiencia energética que pretende introducir Obama. Para cumplir con estas pautas, familias y empresas deberían asumir una inversión total de 500.000 millones de dólares, algo que la consultora considera "imposible".