La Bolsa de Atenas reabrió este lunes, tras cinco semanas de clausura, con una caída del 22,87%, y tras los primeros compases de la negociación el índice general se situó en 615,12 puntos. A medida que avanza la jornada, el principal índice de Atenas ha rebajado ligeramente la caída hasta desplomarse, pasadas las 11:30 de la mañana, un 20%.
El Banco Central Europeo (BCE) había dado hace algunos días luz verde a la reapertura de la Bolsa de Atenas, que se ha ido retrasando debido a problemas técnicos. El problema principal era que había que adaptar los sistemas informáticos de los bancos a las limitaciones en las operaciones impuestas por los controles de capitales.
Mientras duren las restricciones a las transacciones bancarias, los inversores nacionales estarán sujetos a numerosas limitaciones, lo que hace temer a algunos corredores que puedan producirse fuertes caídas de las acciones. Según el plan previsto, los extranjeros podrán proceder a la compra y venta sin ningún límite. Los nacionales, en cambio, tendrán solo derecho a comprar acciones con dinero transferido de cuentas bancarias desde el extranjero o de reservas en efectivo, pero no podrán recurrir a sus depósitos bancarios para este tipo de operaciones.
La Bolsa de Atenas cerró el 29 de junio, el mismo día que los bancos griegos, tras el rechazo del BCE a elevar el techo de préstamos a través del mecanismo de liquidez de emergencia conocido como ELA, en respuesta a la ruptura de las negociaciones entre Grecia y sus acreedores y la convocatoria de un referendo para el 5 de julio. Los bancos abrieron el pasado 20 de julio, tras tres semanas de cierre, y funcionan con restricciones en lo que concierne a la retirada de dinero y a las transacciones bancarias al extranjero.