Corren malos tiempos para la libertad de comercio. Aunque las normativas comunitarias y nacionales instan a los gobiernos regionales a reducir las barreras que aún existen en este ámbito, los nuevos gobiernos autonómicos integrados por el PSOE y la izquierda radical están decididos a seguir el camino opuesto y replegar las reformas aperturistas que se han dado en los últimos años.
En el caso de la Comunidad Valenciana, conviene recordar que los cambios aprobados por la Administración Fabra tuvieron un impacto positivo en términos de creación de empleo. Así, como explicó Libre Mercado, los comercios de la región mediterránea ganaron cerca de 40.000 empleos durante los dos primeros años de aplicación de la liberalización comercial.
Sin embargo, el acuerdo de gobierno suscrito por el socialista Ximo Puig con Compromís y Podemos puede tener como resultado un nuevo repliegue de la libertad comercial en la región.
Baleares, la primera que mueve ficha
En las Islas Baleares ya se han dado los primeros pasos en este sentido. El pasado viernes, el Ejecutivo aprobó un Decreto Ley que incluye una moratoria de seis meses en la concesión de licencias comerciales a grandes superficies. La medida se da en el marco del acuerdo de gobierno que el PSOE ha suscrito con Podemos y la coalición MÉS.
Los datos tampoco le dan la razón al gobierno insular. Entre 2012 y 2014, el empleo comercial en las Baleares había subido en 6.000 personas, un repunte equivalente al 3% que no parece preocupar a los nuevos gobernantes.
De hecho, aunque las cifras daban la razón a los anteriores ejecutivos del PP, hay más gobiernos de izquierdas que podrían seguir este rumbo. En Aragón, por ejemplo, se ha planteado la aprobación de medidas similares a lo largo de la legislatura.
En Navarra la cosa va por los mismos derroteros. El pacto entre Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e Izquierda Unida puede traducirse en una moratoria comercial y un nuevo marco bajo el que quedaría prohibido abrir los negocios en domingos o festivos.
Recargos en el IBI, repliegues de las ZGATs...
Pero hay otros ataques a la libertad comercial que también están encima de la mesa. En algunas grandes capitales españolas se estudia la aplicación de fuertes recargos en el IBI aplicado a las grandes superficies.
En otras urbes, como Barcelona, la ofensiva se abordaría acotando las Zonas de Gran Afluencia Turística (ZGATs), que abrían la puerta a un mayor grado de libertad de horarios, acotando la aplicación a los comercios situados dentro de estas demarcaciones.