En el acalorado debate celebrado en el Parlamento, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, tuvo que defender su nueva oferta de negociación a los acreedores, prácticamente idéntica a la que él invitó a rechazar en el referéndum.
En su comparecencia, el primer ministro señaló que su Ejecutivo se ha visto obligado a tomar medidas que no se encontraban en su programa electoral.
Sobre el referéndum de la semana pasada, en el que una mayoría de los griegos se negaron a volver a las conversaciones con la troika según las condiciones previas, el primer ministro declaró que ese resultado no le daba el derecho para romper relaciones con Europa.
"No estoy dejando vendidos a los griegos. Nunca pedí el 'no' para salir de Europa, sino para fortalecer nuestra capacidad negociadora", aclaró. Añadió que creía "haber hecho todo lo humanamente posible en circunstancias difíciles".
Entre críticas de los diputados, que le llamaron "mentiroso", destacó que las nuevas medidas abren el diálogo con los acreedores para reestructurar la deuda griega y que su nueva propuesta, dijo, "es mucho mejor que el ultimátum recibido previamente" por parte de la 'troika'.
"A partir de ahora nos espera un campo de minas. Es un hecho que no puedo ocultar a nadie", apuntó.