La celebración de la Conferencia Política del Partido Popular se antoja como un acontecimiento perfecto para que la formación que lidera Mariano Rajoy reflexione sobre la errática senda que ha seguido su gobierno en materia fiscal. Si el propio presidente ha afirmado que "afirmar y defender la libertad es el sino del PP", no estaría mal que el Ejecutivo predicase con el ejemplo y aprovechase los últimos compases de la legislatura para adoptar reformas de calado.
Desde el punto de vista tributario, llama la atención que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, presuma de haber devuelto los impuestos a niveles de 2011. ¿Acaso anula eso la mayor subida de impuestos de la democracia? ¿Debemos aplaudir un modelo fiscal en el que los tipos van del 19% al 45%?
Hubo un tiempo en que los populares sí mostraban un claro compromiso con las rebajas de impuestos. En la era Aznar, por ejemplo, el peso del IRPF sobre las rentas cayó más de un 33%, a pesar de lo cual la recaudación se disparó un 50%. En el IVA no hubo aumento alguno y en Sociedades se redujo la carga fiscal de las empresas a base de ampliar las deducciones. Las rebajas impositivas de 1999 y 2003 aumentaron más de un 5% la renta neta de las familias. En cuanto al tamaño del Estado, su peso sobre el PIB bajó del 45% al 38%.
Más recientemente, la Comunidad de Madrid ensayó con éxito distintas recetas fiscales que, manteniendo el compromiso con las ideas liberales, ayudaron a que la región capease la crisis mucho mejor que otras autonomías comparables, como Cataluña. En Madrid se ha rebajado el IRPF, se ha bonificado buena parte del Impuesto de Sucesiones y Donaciones, se ha eliminado el Impuesto de Patrimonio…
Frente a esta apuesta, el gobierno de Rajoy no dudó en disparar la presión fiscal entre 2012 y 2014, aprobando después una tardía y limitada reforma fiscal que no va a servir para compensar el daño causado. En paralelo, el Ejecutivo popular ha mantenido el gasto público en niveles inaceptables del 44% del PIB, frente a unos ingresos del 38%.
De cara a la Conferencia Política del PP, menos cambios de logotipo y más ideas de calado. Los millones de votantes que se quedaron en casa el pasado 24 de mayo no van apoyar a Rajoy en las Elecciones Generales si no se anuncian más medidas económicas de calado. Basta ya de aguinaldos tributarios: España es un infierno fiscal y un partido que se dice liberal-conservador no puede apuntalar semejante saqueo tributario.