El primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha hablado este miércoles ante el Parlamento Europeo. La intervención se produce después de que los líderes de la eurozona le hayan dado un ultimátum para que presente propuestas definitivas si quiere evitar el Grexit antes del próximo domingo.
"Grecia se ha convertido en un laboratorio de ensayo de la austeridad", ha asegurado Tsipras. El primer ministro griego ha asumido "la responsabilidad de lo que ha ocurrido en Grecia en los últimos 5 meses", pero se desentiende "de los programas de rescate que se han venido sucediendo en los últimos 5 años y que no han conseguido que salgamos de la crisis".
"Hay una cosa que está clara, y es que durante 5 años el pueblo griego lleva esforzándose hasta el agotamiento", ha dicho el líder de Syriza. "Por supuesto, respeto los sacrificios que han realizado otros países, pero en ningún otro lugar han sido tan duros como en Grecia", ha añadido.
A pesar de que Tsipras no ha presentado ninguna propuesta concreta que sirva para elaborar un tercer rescate, sí ha asegurado que "la propuesta de Grecia no tiene como objetivo que haya una carga adicional para el contribuyente europeo". El primer ministro heleno se ha comprometido a presentar "reformas creíbles en los próximos días" y ha pedido "un acuerdo equilibrado que evite un momento de ruptura histórica y que nos deje ver la luz al final del túnel".
Además, ha añadido que "el dinero que se le ha dado a Grecia nunca le ha llegado al pueblo griego" porque "era para que se salvara a la banca".
Tsipras niega que defienda "que de todos los males son culpables los perversos extranjeros", pero dice que la crisis de su país "representa la impotencia colectiva de Europa". Añade que "los Gobiernos anteriores han creado un estado clientelista, han permitido la corrupción y no han frenado la evasión fiscal".
Abucheos al PP Europeo
Durante la intervención del presidente del Partido Popular Europeo, Manfred Weber, miembros de otras formaciones le han abucheado y han interrumpido su discurso con pancartas del Oxi (el no griego).
Weber le ha dicho a Tsipras que "el resto de Europa ya no se fía" de ellos y que "tiene muy malas compañías, ya ve que los extremistas de Europa le aplauden".