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Los griegos solo podrán sacar 60 euros diarios de los cajeros

El futuro de Grecia quedará marcado por las medidas de urgencia que se han empezado a aplicar este mismo fin de semana.

El futuro de Grecia quedará marcado por las medidas de urgencia que se han empezado a aplicar este mismo fin de semana.

En la madrugada del viernes al sábado, Alexis Tsipras anunció que convocaría un referéndum para que los griegos decidan si aceptan o no la propuesta de prórroga del rescate realizada por el FMI, la Comisión Europea o el Banco Central Europeo.

A la mañana siguiente, los ministros de Finanzas de la zona euro rechazaron esta opción y dieron por rota la negociación. Bajo este escenario, la economía griega se quedará sin financiación a partir del martes, ya que en esa fecha está previsto que venza el tramo del "rescate" que Syriza no ha accedido a extender.

Para preparar el nuevo escenario, el Banco Central Europeo se reunió el domingo y optó por congelar la línea de liquidez de urgencia (ELA) abierta para Grecia. Esta decisión ha obligado al gobierno heleno a reunirse con las autoridades monetarias nacionales y optar por poner en marcha una "vacación bancaria".

Las primeras informaciones de Reuters y Bloomberg sobre el alcance de esta medida apuntaban que se aplicaría al menos el próximo lunes, aunque en los medios griegos se pueden leer informaciones en las que se hablaba de una semana de cierre para las entidades financieras. Algo parecido apuntó el Financial Times.

A lo largo de la tarde del domingo, el gobierno heleno lo confirmó: el "corralito" ya es una realidad y los bancos permanecerán cerrados hasta el 7 de julio como mínimo.

El BCE sí ha desenchufado a Grecia

Después de la reunión del Banco Central Europeo, numerosos medios de comunicación apuntaron que la decisión de mantener la línea de liquidez de urgencia suponía un "balón de oxígeno" para Atenas. En realidad, como explicó Libre Mercado, la "fuga de capitales" que están experimentado las entidades financieras helenas es tan pronunciada que la decisión del organismo que preside Mario Draghi equivalía, en realidad, a desenchufar a Grecia.

Si acaso existía alguna duda sobre esta interpretación de lo ocurrido, la decisión de decretar una "vacación bancaria" ha confirmado que, en efecto, el BCE ya no va a seguir inyectando más y más dinero en el sistema financiero heleno. Lo ocurrido este fin de semana supone, por tanto, un punto y aparte.

Próximos pasos

Un "corralito" consiste en el establecimiento de controles de capitales que impiden un funcionamiento libre y normalizado del sistema de pagos. Imponer estas restricciones exige entre dos y tres días de preparación técnica, por lo que el paso previo suele ser el anuncio de una "vacación bancaria".

En el caso griego, se ha anunciado que la "vacación bancaria" se extenderá, al menos, hasta el 7 de julio. En cuanto al "corralito", los controles de capitales entrarán en vigor en los próximos días, limitando a 60 euros las retiradas de efectivo.

Si el referéndum del domingo arroja un claro respaldo electoral a las tesis de Syriza, la posibilidad de permanecer en el euro sería cada vez más remota. Si los votantes castigan la hoja de ruta de Tsipras, los acreedores podrían sentirse motivados para iniciar una última ronda de negociaciones, esta vez desde una clara posición de poder frente a los socios griegos de Pablo Iglesias.

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