Axel Weber, expresidente del Bundesbank y actual mandamás de la entidad suiza UBS, ha vuelto a cargar contra la política monetaria de los grandes banco centrales en Occidente. Así, en un reciente artículo en Project Syndicate, advierte del error de fijarse tan sólo en el cumplimiento de unas determinadas metas de inflación a la hora de diseñar la política monetaria, en lugar de tener en cuenta otra serie de indicadores mucho más relevantes para garantizar la estabilidad del precio del dinero a medio y largo plazo.
No es el único. El Banco de Pagos Internacionales -el banco central de los bancos centrales- "sostiene hace mucho que apuntar exclusivamente a metas de inflación no es compatible con la estabilidad financiera", recuerda Weber. "Al no tener en cuenta el ciclo financiero, genera una política monetaria excesivamente expansiva y asimétrica".
¿Cómo medir el valor del dinero? "Una posibilidad es poner el acento en los precios, para lo cual el indicador más obvio parece ser el índice de precios al consumidor [IPC]. El problema es que la relación entre la oferta monetaria (que determina en definitiva el valor del dinero) y los precios es inestable", indica.
"Para empezar, entre los cambios en la oferta monetaria y las variaciones de precios hay una demora larga, variable e impredecible. Por ello, apuntar a ciertas metas de IPC en los próximos dos o tres años no garantiza que el valor del dinero se mantenga estable a largo plazo. Además, los métodos de cálculo del IPC dan resultados diferentes, según el trato dado al coste de la vivienda", añade.
Según Weber, el problema de fondo es que "ahora los economistas entienden la inflación como aumento de los precios de consumo, en vez de como reducción del valor del dinero derivada de un aumento excesivo de la oferta monetaria". Y, "para colmo, los bancos centrales niegan sistemáticamente cualquier responsabilidad por otros precios; esto implica omitir el hecho de que el valor del dinero se ve en todos los precios, lo que incluye commodities, inmuebles, acciones, bonos y, quizá lo más importante, tipos de cambio".
Prueba de ello es "la escalada del mercado inmobiliario que se vio en muchos países durante la gestación de la crisis financiera de 2008, la abrupta caída de precios de activos y commodities inmediatamente después del derrumbe de Lehman Brothers, el retorno posterior a la inflación de precios de activos y la gran variabilidad reciente de los tipos de cambio. Todo eso es incompatible con un valor estable del dinero", enfatiza el economista germano.
Por ello, Weber concluye que "la política monetaria centrada en el IPC genera distorsión estructural, impide la destrucción creativa favorable al crecimiento, crea riesgo moral y siembra semillas de inestabilidad futura en el valor del dinero". Así pues, "un marco simplista de metas de inflación no sirve para estabilizar el valor del dinero".
Por el contrario, Weber enfatiza que "un marco orientado a la estabilidad" debería estar basado, no en objetivos concretos de IPC, sino en "agregados monetarios" (volumen de dinero en circulación), empleando indicadores relacionados con el mercado crediticio, los tipos de interés, los tipos de cambio, los precios de activos y commodities, las primas de riesgo y los precios de bienes intermedios.
El siguiente gráfico de Bloomberg, por ejemplo, refleja la evolución del IPC y del agregado monetario M3 en la zona euro -este indicador incluye dinero en metálico, cuentas corrientes, depósitos y otras formas de dinero como fondos monetarios y valores que no sean acciones emitidos hasta dos años-. Su aumento supone una alerta sobre la necesidad de subir los tipos de interés.
"La estabilidad de los precios al consumidor en el corto plazo no garantiza la estabilidad económica, financiera o monetaria. Es hora de que los bancos centrales acepten este hecho y adopten un marco de política monetaria amplio a largo plazo, incluso si en el corto plazo eso implica desviaciones del índice de precios al consumidor que se considere en ese momento estable. Que un IPC acotado y de medición imprecisa tenga fluctuaciones transitorias es un precio pequeño a cambio de garantizar la estabilidad del dinero a largo plazo", concluye Weber.