Grecia tendrá que recortar sueldos y jubilaciones ya en este mes de junio por falta de liquidez, incluso si hay acuerdo in extremis con sus acreedores y socios europeos, afirma hoy la edición dominical del diario alemán "Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung" (FAS).
De acuerdo con ese medio, que publica un artículo del ministro de Finanzas griego, Yanis Varufakis, apelando a la canciller Angela Merkel a impulsar un compromiso, los acreedores internacionales estiman que a Atenas le faltarán a final de mes entre 2.000 y 3.600 millones de euros debido a una caída dramática de la recaudación fiscal.
El rotativo ampara esta información en cálculos internos de los acreedores, conforme a los cuales, la consecuencia directa serán estos recortes. Atenas no podrá además hacer frente al pago del tramo de 1.600 millones de euros que debería liquidar al Fondo Monetario Internacional (FMI), añade ese medio.
En caso de que finalmente se alcance el acuerdo entre Atenas y los acreedores, primero, y los socios del eurogrupo, después, la situación no se normalizará, en término de liquidez, hasta mediados de julio.
En su artículo en la edición dominical del conservador rotativo alemán, Varufakis pide a Merkel no seguir a "las sirenas de su gobierno", que a su parecer quieren echar al gobierno griego "por la borda".
"La canciller alemana estará el lunes ante una encrucijada decisiva", dice el ministro griego, en relación a la cumbre extraordinaria de los líderes del eurogrupo convocada para mañana destinada a abordar la crisis griega.
Merkel tendrá que decidirse ahí entre impulsar un compromiso honorable, argumenta Varufakis, o seguir a las sirenas de su Ejecutivo que quieren echar por la borda al único gobierno griego que ha sido fiel a sus principios y que puede llevar al país por el camino de las reformas.
"Todo depende de esta cumbre extraordinaria del lunes", expresa Varufakis, por encima de que la propia Merkel rebajó el viernes las expectativas respecto a éste y apuntó a que si para entonces no se ha alcanzado un acuerdo entre las instituciones acreedoras y Atenas será simplemente un encuentro "consultivo".
En el mismo dominical, el presidente del Parlamento Europeo (PE), Martin Schulz, advierte de la gravedad que tendría para Grecia una salida de la eurozona.
"Lo que no pueden esperarse es que tras salir de la eurozona y negarse a pagar las deudas, les sigan llegando los fondos de la UE", comenta Schulz.
Según el diario, la Comisión Europea le ha presentado a Grecia un último calendario para un compromiso sobre el programa de reformas que se apoya en los mismos puntos básicos ya conocidos.
Atenas, conforme a ese plan, tendrá que ahorrar o recaudar adicionalmente un 2,5 por ciento del PIB, lo que equivaldría a 4.500 millones de euros.