La crisis económica ha causado estragos en el sector de la restauración español. Muchas firmas han desaparecido, otras han llevado a cabo grandes planes de reestructuración y unas pocas han sorteado la situación sin problemas. El Grupo Vips pertenece a la segunda categoría.
Fue a finales de 2009 cuando la popular compañía fundada por el mexicano e hijo de emigrantes asturianos Plácido Arango emprendió su proyecto de transformación. Desde entonces, cuando no ha hecho en números rojos, los beneficios de Vips han sido muy tímidos. Y con los resultados empresariales correspondientes a 2014 ha vuelto a ocurrir.
El pasado jueves, el grupo hostelero presentó sus cuentas. La compañía terminó el pasado ejercicio con unas pérdidas de 3,2 millones de euros, un 33,3% más que los 2,4 millones que se dejaba en 2013.
En rueda de prensa, el consejero delegado de Grupo Vips, Enrique Francia, vinculaba estos malos resultados al efecto Montoro, y aseguraba que las cuentas "hubieran sido mucho mejores" de no haber sido por los gastos derivados de impuestos (4,1 millones de euros), debido a la nueva Ley del Impuesto sobre Sociedades y por los mayores costes de Seguridad Social (4 millones de euros). En el lado positivo, el resultado bruto de explotación (Ebitda) se ha incrementado un 34,2%, hasta los 20 millones de euros.
Esperanzado, el directivo confía en que será este año cuando su grupo vuelva a vislumbrar las ganancias. "El 2014 es el año de final del proceso del transformación de la compañía y consolidación del grupo para pasar a una nueva etapa de crecimiento y sentar las bases de futuro de la compañía. Esperamos recuperar los números negros en el próximo ejercicio", declaró.
Las claves del proceso de transformación
El propio presidente del Grupo Vips, Plácido Arango (hijo), era aún más claro a la hora de entonar el mea culpa hace un par de años. "Iniciamos el plan de transformación por los muchos errores cometidos en los años 2007 y 2008. Pagamos muy caros esos años", aseguró. Arango reconocía que su red de restaurantes había experimentado un crecimiento "desaforado" y añadía que perdieron "el foco, la disciplina", por lo que comenzaron a detectar indicadores de disminución de resultados en términos comparables.
El plan de choque de la compañía ha incluido más de un centenar de cierres de establecimientos, medidas de mejora de la eficiencia y múltiples proyectos de ahorro de costes. Estos son algunos de los hitos más decisivos:
- Las marcas: el grupo ha centrado su estrategia de crecimiento en sus cuatro enseñas de cabecera: Vips, Ginos, Fridays y The Wok. Sin embargo, ha abandonado las firmas de alta gastronomía, como LAH, Bice, Teatriz o El Bodegón.
- Abrir en los mercados no históricos: Vips orientará sus aperturas en zonas geográficas donde está poco presente, por los que inaugurar más locales en la Comunidad de Madrid no será una prioridad.
- Modelo de franquicias: históricamente, el modelo de negocio de Vips se había centrado en sus locales propios, ahora lo hará en los franquiciados. "Éramos un modelo atípico porque todos nuestros negocios eran 100% en propiedad, mientras que la mayor parte de nuestros competidores son 100% franquicias o 3 cuartas partes", nos cuenta Francia. Ahora, la franquicia "es nuestra apuesta para el futuro", añade. Actualmente el grupo cuenta con 52 franquicias y pretenden abrir hasta 40 más. "Abrimos entre 2 y 3 franquicias al mes", asegura el directivo.
- Promociones: ofertas como el 2x1 en cenas o el regalo de 10 euros por cada 30 consumidos han conseguido revitalizar el negocio de domingo a jueves y hacer frente a otros competidores con precios más bajos.
- Venta de Starbucks: con el fin de reforzar su estabilidad financiera en septiembre de 2013, Vips vendió el 49% de Starbucks Coffee España a Starbucks EMEA, subsidiaria de Starbucks Coffee Company.
- Lavados de cara: la compañía ha renovado tanto la carta como la decoración de los restaurantes.
- Saneamiento financiero: al cierre de 2014, el grupo Vips redujo su deuda financiera neta en un 31,7%, situándola en 11 millones de euros. Las aportaciones de los accionistas y los planes de refinanciación de deuda con los bancos han tenido gran influencia.