Ada Colau no está sola: su propuesta de impedir la apertura de nuevos establecimientos hoteleros también ha sido asumida por el partido Compostela Aberta. Esta formación, que suma a políticos de Podemos, Izquierda Unida, Equo y otras fuerzas, anunció un mes antes de las elecciones municipales que, en caso de acceder al gobierno local, prohibirá la apertura de hoteles o tiendas de recuerdos en el casco histórico de la capital de Galicia.
En concreto, el nuevo alcalde Martiño Noriega habló de imponer una moratoria de cinco años para impedir el desarrollo de este tipo de negocios. A los hoteles se unirían también las pensiones, los albergues o los apartamentos de alquiler.
Según el nuevo burgomaestre, la zona antigua de Santiago está "saturada" y es necesario proceder a este ajuste. De hecho, el número tres de Compostela Aberta ha afirmado que la ausencia de este tipo de controles ha generado una "precarización" del empleo ligado a estos sectores turísticos.
Desde Compostela Aberta también han propuesto revisar la normativa de terrazas "en las primeras semanas de gobierno" para luchar contra lo que el nuevo gobierno considera una "inadmisible privatización del espacio público".
No a la renovación del mercado de Abastos
Pero Noriega también ha hablado de frenar la renovación de la Plaza de Abastos, el tradicional mercado de la ciudad gallega. El proyecto en marcha planteaba una actualización de este espacio, con la apertura de entre cinco y diez locales de ocio llamados a revitalizar la Plaza de manera similar a la observada en distintos mercados de Madrid.
A esto se suman distintas restricciones a la propiedad privada, como por ejemplo el aumento de los impuestos aplicado a edificios que no estén ocupados. Además, Compostela Aberta apunta que defenderá "la cesión de uso" de edificios "ruinosos", todo un guiño a los colectivos okupas.