El proyecto BCN World, conocido como el 'Eurovegas' catalán en referencia a la truncada inversión de Sheldon Adelson en Madrid, acaba de llevarse un varapalo con el anuncio de la salida del grupo Veremonte.
La iniciativa, que pretende levantar casinos, hoteles y centros de convenciones en Tarragona, se queda así sin el grupo presidido por el constructor Enrique Bañuelos. Perder este apoyo ha generado nerviosismo en los pasillos de la Generalidad, si bien la consejería de Empresa y Empleo del gobierno autonómico ha quitado hierro a lo ocurrido.
"La operación será más viable, porque habrá un intermediario menos y nos entenderemos directamente con los operadores", afirmó Felipe Puig al respecto, añadiendo que esto "reducirá los costes añadidos", por lo que el nuevo escenario "es el mejor posible".
Interés de Hard Rock y Melco
Puig insistió en que "lo importante es que haya operadores que realizarán la inversión necesaria y que construyan" un proyecto que apuesta por una "oferta turística de calidad". En esta línea, mencionó el interés de grupos como Hard Rock o Melco.
De momento, la salida de Bañuelos confirma que los contribuyentes catalanes quedan más expuestos a la operación. Ya en diciembre, Veremonte optó por no ejercer la opción de compra que tenía sobre los terrenos en los que se quiere levantar BCN World.
En consecuencia, el gobierno catalán pactó con La Caixa una opción de compra de los terrenos que expira en año y medio y supondría el pago de 110 millones. Desde el gobierno de CiU insisten en que ese dinero se recuperaría con el pago de licencias que tendrían que hacer los operadores interesados.
El verano de 2015 será clave para definir el proyecto, puesto que la licitación está prevista para el mes de julio. Hay seis licencias de casinos pendientes de adjudicación.