El 50% de los griegos quiere que el Gobierno de Syriza llegue a un acuerdo con sus acreedores aunque este suponga dar marcha atrás respecto a las líneas rojas marcadas por el Ejecutivo, según una encuesta publicada este viernes.
El sondeo, realizado por el instituto demoscópico Alco para el portal digital Newsit, muestra una clara división entre el pueblo griego, ya que el 41% no está dispuesto a aceptar que se traspasen esas líneas rojas, que el Gobierno estableció en el recorte de las pensiones, la liberalización del despido y el aumento del IVA.
La encuesta pregunta asimismo sobre cuál sería el mejor escenario en el caso de que el acuerdo no sea satisfactorio para Grecia, a lo que el 45% pide aceptarlo, aunque se traspasen estos compromisos, el 37% pide elecciones anticipadas y el 18% se abstiene de responder.
Frente a la pregunta de si prefieren mantenerse dentro del euro o pasar a una moneda nacional, un aplastante porcentaje del 75% apuesta por la divisa comunitaria, mientras que al 50% le gustaría mantenerse en la moneda única incluso si el Gobierno cruza las líneas rojas que se han fijado en las negociaciones. Tan sólo el 18% apoya el regreso al dracma, la moneda nacional, y un 8% se muestra indeciso.
Respecto a la actuación del Gobierno en las negociaciones con las instituciones (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional), un 47% de los encuestados cree que lo está haciendo mal, el 39% que lo está haciendo bien y el 14% restante no responde. Concretamente, sobre el papel en estas conversaciones del popular ministro de Finanzas, Yanis Varufakis, un 46% lo valora positivamente, un 39% negativamente y el 15% restante no responde.
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, recibe un claro apoyo de los ciudadanos, ya que el 33% tiene una opinión de él igual de buena que la que tenía antes de las elecciones, el 22% lo valora mejor que entonces, el 25% lo evalúa peor y el 16% mantiene su mala opinión.
En el caso de que se celebraran hoy los comicios, la coalición de izquierda radical Syriza obtendría por primera vez tras las elecciones celebradas en enero un resultado peor que el que consiguió entonces (36,34%), pero seguiría siendo la fuerza ganadora con un 33% de los votos. En segundo lugar se situaría el partido conservador Nueva Democracia, con un 21,9% de los votos (27,81% de apoyos en los comicios), y el tercer lugar lo ocuparía el partido centrista To Potami (El Río) con un 5,6%, seguido por la formación neonazi Amanecer Dorado, con un 5,1%.