A partir del fenómeno mediático que supusieron las protestas del 15-M en la Puerta del Sol de Madrid, el movimiento okupa ha aumentado sustancialmente su influencia en los movimientos políticos de izquierda radical. El mejor ejemplo lo tenemos en la lista electoral que lideró Manuela Carmena: su candidatura al Ayuntamiento de Madrid incorporaba a dos activistas vinculados con el Patio Maravillas, un centro okupa ubicado en el barrio de Malasaña.
Por un lado encontramos a Celia Mayer, que ocupaba el noveno puesto de la candidatura. Esta integrante de la plataforma Ganemos Madrid tiene 33 años y es licenciada en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense. Además, ha obtenido el Título de Experta en Políticas de Igualdad de Género.
Como ella misma reconoce en la página web de Ahora Madrid, ha participado "en varios movimientos y experiencias locales que han apostado por otro modelo de ciudad y de vida, como la plataforma para la movilización ciudadana Oiga.me, las redes de economía social de Madrid y, fundamentalmente, la participación en espacios sociales como el Patio Maravillas".
También el número doce de la lista de Manuela Carmena tiene vínculos con los grupos okupas del barrio de Malasaña. Se trata de Guillermo Zapata, al que El Diario define como un "activista independiente del Patio Maravillas".
El futuro concejal del consistorio madrileña definió esta experiencia como una "revolución democrática", afirmando que este centro okupa "puede ser parte de una ciudad nueva para un país nuevo".
Aunque el número dos de la lista de Ahora Madrid no está vinculado con el Patio Maravillas, también son conocidos los vínculos de Ignacio Murgui con estos círculos. A comienzos de los años 90 estuvo involucrado en el llamado Centro Social Seco, un proyecto okupa que sirvió como precedente para acciones similares que se han sucedido desde entonces.
Los planes de expansión de los 'okupas' del Patio
El pasado 27 de mayo, la Policía Municipal de Madrid se vio obligada a desalojar un edificio de la calle Gobernador para evitar que fuese incorporado a la red de inmuebles okupados por los activistas del Patio Maravillas.
Aunque no hubo detenciones, la operación implicó el desplazamiento de varias unidades de intervención (UIPs). Los agentes identificaron a una treintena de personas. Este edificio, antaño ligado a la UNED, será próximamente un museo impulsado por el argentino Emilio Ambasz.
Según explicó un portavoz del movimiento okupa a la agencia Europa Press, "el objetivo era extender los proyectos del Patio Maravillas y continuar con sus actividades culturales y de índole política". Una expansión que podría verse favorecida si la lista electoral de Manuela Carmena consigue el gobierno de la capital española.