El Gobierno griego continúa el tira y afloja con sus acreedores para tratar de lograr un acuerdo después de la reunión a cinco bandas que los representantes de las instituciones mantuvieron el lunes en Berlín. Los acreedores internacionales del Estado heleno prepararon anoche el texto "final" de un acuerdo de rescate para presentarlo al Gobierno de Atenas, señal de que los líderes tienen ya poca paciencia después de meses de negociaciones estancadas.
Sin embargo, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha reaccionado este martes señalando que ha sido Grecia la que ha presentado propuestas concretas a los acreedores, y recalcando que ahora la decisión está en manos de los líderes políticos europeos.
"Grecia ha presentado propuestas concretas en las que hemos hecho concesiones, como es normal en una negociación, pero hemos presentado un plan realista para sacar al país de la crisis", dijo Tsipras tras visitar el Ministerio de Cultura y Deporte. El Gobierno griego ha entregado a las instituciones una amplia propuesta de acuerdo de 47 páginas y está a la espera de su respuesta.
Según fuentes gubernamentales citadas por la agencia griega de noticias AMNA, la propuesta contempla un superávit primario del 0,8% para este año y del 1,5% para 2016, así como una reforma del impuesto sobre el valor añadido (IVA) que incluiría tres tipos, el 6%, el 11% y el 23%.
El primer ministro, que pese a todo se ha mostrado optimista acerca de conseguir un buen final en las conversaciones, ha advertido de que los ciudadanos tienen que prepararse para tiempos difíciles una vez concluya la negociación. "Al día siguiente, tras el final de la negociación, habrá dificultades, pero lo que pide el pueblo al Gobierno es hacerles frente en condiciones de justicia e igualdad", subrayó.
El Ejecutivo griego ya había desmentido que tras el encuentro de este lunes entre la canciller alemana, Angela Merkel; el presidente francés, François Hollande, y los líderes de las llamadas "instituciones", la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde; de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, y el Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, se le facilitase un borrador de acuerdo, como han asegurado varios medios.
Éstos han hablado incluso de que los prestamistas habrían dado al Ejecutivo griego un ultimátum para la inminente consecución de un pacto. El borrador sería una última propuesta que las instituciones habrían puesto sobre la mesa con la única opción para Atenas de aceptarlo o rechazarlo. Preguntados por la existencia de un "plan B" en caso de que Grecia rechaza esta nueva propuesta, fuentes europeas ha respondido afirmativamente.
Por su parte, el viceprimer ministro griego, Yanis Dragasakis, negó la existencia de tal ultimátum y recalcó que "el Gobierno no sucumbirá al chantaje". Dragasakis insistió en que el primer ministro y el Gobierno se centran en alcanzar "un acuerdo justo". Pese a ello, Atenas también blande como amenaza la posibilidad de convocar elecciones anticipadas para someter a una especie de referéndum las nuevas condiciones de los acreedores. De hecho, incluso se barajan fechas para los teóricos comicios, entre finales de junio y principios de julio.
Presión externa e interna
Tsipras tiene las manos atadas entre las peticiones de los acreedores y las exigencias del ala más radical de su partido, el izquierdista Syriza, que insiste en que el Gobierno no ceda ante las demandas de las instituciones. El debate en el seno de Syriza pasa por si el grupo parlamentario aprobaría un acuerdo en el que el Ejecutivo hubiese tenido que ceder ante ciertas cuestiones que consideran que infringen su programa de Gobierno y, por tanto, el mandato popular obtenido en las urnas.
"No se pueden aceptar medidas que no sean compatibles con el programa de Syriza", aseguró el portavoz parlamentario de la formación, Nikos Filis, en unas declaraciones a la cadena de televisión privada ANT1. Filis recalcó que las medidas no se han concretado todavía sino que las negociaciones están en un terreno de "arenas movedizas".
En los últimos días se ha hablado de un acercamiento de posturas a nivel técnico en temas en los que hasta ahora había profundos desacuerdos, como en la reforma del sistema de recaudación del impuesto sobre el valor añadido (IVA). También se habría avanzado en el ámbito de la legislación laboral y las pensiones.
Sin embargo, el tiempo se acaba para el Gobierno de Tsipras que afronta una nueva semana decisiva en las conversaciones con la vista puesta en el viernes, cuando tiene que pagar al FMI un nuevo tramo del préstamo por valor de unos 300 millones de euros, una parte del total de cerca de 1.600 millones que debe devolver este mes.
Dijsselbloem descarta el desembolso esta semana
Mientras, el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, afirmó este martes que "ni teóricamente es ya posible" que los acreedores internacionales hagan un nuevo desembolso del rescate a Grecia esta semana si llegara un acuerdo sobre un programa completo de reformas que debe aplicar el país.
En la entrevista semanal que concede Dijsselbloem a la cadena de televisión RTL, el también ministro holandés de Finanzas señaló, tras cerciorarse de que el periodista se refería a un posible desembolso al país, que "está prácticamente descartado".
Dijsselbloem explicó que cuando se llegue a un acuerdo con Atenas, primero a nivel técnico y después político en el Eurogrupo, Grecia tendrá que empezar a implementar las reformas para demostrar que la aplicación es "seria". "Las medidas que tienen que adoptar los griegos tienen que ser tan fuertes como las acordadas con el anterior gobierno" heleno, añadió.
También algunos parlamentos nacionales tendrán que aprobar un acuerdo con Atenas, antes de dar lugar al desembolso de los 7.200 millones de euros pendientes del rescate al país. "Ya ni incluso teóricamente es posible esta semana", recalcó el presidente del Eurogrupo, foro informal que reúne a los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona.
Dijsselboem recordó que la fecha límite para un acuerdo y pagos es el 30 de junio, que es cuando expira la extensión del rescate a Grecia por cuatro meses pactada en febrero pasado, de modo que si se sobrepasa esa fecha, la ayuda financiera restante se quedará en el fondo de rescate de la eurozona (MEDE). En cuanto a las negociaciones para alcanzar un acuerdo, el presidente del Eurogrupo reiteró que "estamos haciendo progresos", pero lentamente y que "estamos todavía lejos de lo suficiente" para sellar un acuerdo.
Fuentes europeas indicaron a Efe que el miércoles el Grupo de Trabajo del Euro mantendrá una conferencia telefónica para revisar el estado de las negociaciones, justo después de la reunión a cinco bandas al más alto nivel político, pero, según fuentes oficiales de Alemania, no se espera un acuerdo hasta el próximo domingo.