La agencia de calificación Fitch Ratings advierte de que el resultado de las elecciones autonómicas y locales celebradas el pasado 24 de mayo incrementa los riesgos en los procesos de consolidación fiscal de las comunidades autónomas.
"La mayor incertidumbre política podría hacer aún más complicado cumplir los objetivos de déficit, que ya parecen difíciles de alcanzar después de otro año de débil comportamiento presupuestario en 2014", destaca la agencia en un comunicado.
Fitch remarca que los comicios han creado un escenario político más fragmentado y hacen más probables gobiernos en coalición o de varios partidos. "Esto llevará tiempo y el desenlace final no está claro, lo que incrementa la incertidumbre política", añade.
En su opinión, las negociaciones de coaliciones podrían llevar a una modificación de los actuales planes de consolidación en un momento en el que compromiso político para limitar el gasto en las autonomías parece estar disminuyendo.
En esta línea, cree que será más difícil para un gobierno en coalición diseñar políticas fiscales e implementarlas. Fitch pone de ejemplo el caso de Navarra, en la que tras las elecciones de 2011 ninguno partido logró mayoría parlamentaria y ha sufrido para aprobar los presupuestos regionales. Sin embargo, añade que esto no ha evitado que la región lograra un buen historial de cumplimiento del déficit.
Asimismo, recuerda que las comunidades cerraron 2014 con un déficit del 1,66%, superior al objetivo del 1% y del 1,54% de 2013, con lo que acumulan ocho años consecutivos de incumplimientos. Aunque reconoce que el comportamiento es diferente según la autonomía, la debilidad recurrente muestra su incapacidad general para generar ahorros estructurales que permitan el pago de la deuda.
Por otra parte, Fitch cree que, a pesar de este débil rendimiento, los esfuerzos de las comunidades en materia de consolidación fiscal han cumplido en general las expectativas del Gobierno central, que sigue dispuesto a prestarles ayuda financiera.
A este respecto, agrega que es probable que las conversaciones sobre el nuevo sistema de financiación se produzcan tras las elecciones generales de finales de año y destaca su lentitud estos meses a pesar de la fuerte representación del PP en los gobiernos regionales.
La agencia incide en que estas conversaciones podrían complicarse por la fragmentación política y recuerda que la voluntad y la capacidad del Gobierno central de prestar ayuda a las comunidades autónomas sigue siendo un elemento importante en sus análisis de los ratings de las regiones.