Repsol ha empezado a introducir en el mercado su nueva bombona butano. Se trata de un nuevo envase más moderno y ligero al que se le ha incorporado un guardaválvulas para hacer la bombona más manejable. El producto esta fabricado en acero y plástico, su peso (tara) es de 7 kilogramos y tiene una carga de gas de 12 kilogramos.
Con este lanzamiento, la petrolera no pretende deshacerse de su conocida bombona de hierro, sino que dispensará la nueva en las estaciones de servicio y reservará la tradicional para los domicilios.
La bombona es intercambiable al 100% por la bombona tradicional, sin coste alguno para el cliente. Así, los usuarios podrán llevar a la estación de servicio una bombona tradicional y llevarse una de nuevo formato, abonando únicamente el precio del gas. Además, es compatible con la instalación actual del cliente.
La petrolera les ha incorporado un chip NFC que permite identificar cada una de las bombonas y a través del cual los clientes pueden acceder a promociones y ventajas. En el plazo de un año ya estará disponible en toda la Península Ibérica y Baleares. Repsol invertirá unos 90 millones en este nuevo formato.