Mariano Rajoy, quien dicen acostumbra a ir dos pasos por delante cuando se trata de amortiguar tragedias, está preparando con más cuidado las semanas que sucederán al día 24 de mayo que la propia campaña electoral. Y, con este propósito, ya está moviendo hilos entre la más alta clase del mundo corporativo y financiero español, quienes, por otro lado, pondrán sus espadas en alto por el Ejecutivo. La única duda es si lo hacen por él o por su idolatrado Luis de Guindos.
Nos estamos refiriendo al ciclo de conferencias y reuniones que se celebrarán a puerta "casi" cerrada el día 28 de mayo en el hotel Villamagna en Madrid. El 8º foro de Fusiones y Adquisiciones y Fondos de Capital Riesgo organizado por Mergermarket se dará cita el día entero para reunir a directivos y miembros del consejo de 250 compañías multinacionales españolas o con presencia en España, banqueros y gestores de fondos del más alto nivel.
El Ejecutivo, buscando que el evento pase totalmente desapercibido para la prensa, va a enviar a un hombre de perfil bajo para los medios y, a su vez, de máxima relevancia para los asistentes: Miguel Temboury, el Subsecretario de Economía. El verdadero hombre fuerte de Luis. El que controla el Ministerio de puertas para adentro y el interlocutor adecuado y, a su vez, casi inexcusable que utilizan todos los grandes empresarios y banqueros cuando quieren comunicarse con Luis. Rajoy y Luis le envían para que transmita un mensaje: si queremos que España siga siendo un buen lugar para hacer negocios no debemos permitir que gane Podemos ni desviar voto hacia los "neófitos" chicos (Montoro dixit) de Albert Rivera.
Conocedora de esta petición, se rumorea que la alta cuna financiera ya ha movido hilos para que el resto de interlocutores defiendan estas líneas maestras. Así, el evento contará con la participación de Federico Roig (Socio en Cuatrecasas), Javier Rapallo (Director Ejecutivo de Deutsche Bank en España), Carlos Godina (Director Ejecutivo y Líder del Equipo de Operaciones Financieras Apalancadas de BNP Paribas para España y Portugal), Javier Lamo (Director Ejecutivo de Fusiones y Adquisiciones de BBVA) y Alejandra Moore (Directora Ejecutiva y Fundadora de Grupo Albion), entre otros grandes ilustres del mundo financiero patrio.
El apoyo del sector no ha sido fácil de obtener. La banca se ha encontrado muy señalada durante los últimos años, con un peso regulatorio cada vez superior y que ha acusado con dureza la subida impositiva (al cabo, como miembros de la alta clase, las subidas en renta les han afectado sobremanera). Sin embargo, el sector es altamente continuista y, aunque mira con muy buenos ojos a Ciudadanos, no termina de fiarse -o al menos eso cuentan- de Luis Garicano y de su política fiscal sobre el ahorro -la cual no se ha terminado de desvelar-, y, desde luego, muestra una seria preocupación por el auge de Podemos.
En cualquier caso, muchos creen que será la última oportunidad de rendir un homenaje indirecto a Luis de Guindos. Muchas quinielas apuntan a que no estará en el Ejecutivo tras las elecciones generales y es, sin lugar a dudas, el miembro del Gobierno más querido por el sector (justo lo contrario de Montoro).
El sector agradece la reforma laboral y es conocedor del esfuerzo que ha realizado Luis en multitud de otras áreas (homogeneizar la regulación mercantil en todos los territorios de España para tratar de acabar con ciertos chiringuitos autonómicos, reducir con intensidad el déficit de tarifa, liberalizar ciertas áreas económicas, la privatización de Aena, la impedida por Montoro privatización de Cesce, etc.).
Si bien a la hora de la verdad muchas de estas reformas que Luis quería llevar a cabo se han encontrado con el rechazo frontal de Montoro y/o los sorayos, el sector agradece a un hombre de palabra como Luis la dedicación y compromiso demostrados durante toda su gestión.
En definitiva, Rajoy suma aliados de cara a las generales y empieza a cocinar, gracias a Luis de Guindos, la recuperación tras la previsible caída de las autonómicas y municipales. Todo sea por evitar el auge de Podemos o la pérdida de votos a favor de Ciudadanos. Aunque ello implique apoyar al sector financiero y colarse en sus reuniones secretas.