Según ha podido confirmar Libertad Digital de fuentes de toda solvencia, el Gobierno trató de ahogar económicamente a la Comunidad de Madrid para que ésta tuviese que recurrir al Fondo de Liquidez Autonómica.
El Ejecutivo no sólo se negó a cambiar el sistema de financiación autonómica que perjudicaba seriamente a Madrid, o torpedó medidas como el Euro por Receta que podía contribuir a frenar el gasto sanitario, sino que se llegó a presionar a los principales bancos españoles para que éstos no financiaran la deuda pública que la administración regional trataba de colocar en los mercados.
Según la información que este sábado ofrece El Confidencial, las presiones partieron directamente del departamento de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y las sufrieron Santander, BBVA, Caixabank, Bankia, Popular y Sabadell.
El hecho, es que la Comunidad de Madrid no obtuvo la financiación que necesitaba de bancos españoles, sino que la logró en el mercado de los fondos de inversión internacionales, sobre todo después de lograr a principios de 2013 un gran acuerdo con dos de los fondos más importantes del mundo, Pimco y Blackstone, que abrió ese mercado a la administración regional y que, además, demostraba que la economía de Madrid era suficientemente solvente.
Desde ese acuerdo Madrid no ha tenido problemas para encontrar financiación en los mercados, lo que ha permitido a Ignacio González negarse a entrar en los mecanismos de financiación orquestados por el Gobierno.