El hartazgo del Eurogrupo con Yanis Varufakis ha desembocado en el cese fulminante del equipo negociador que encabezaba el ministro de Finanzas heleno. Con esta decisión, el gobierno le aparta de las reuniones con los socios europeos, condenando al ostracismo político a quien, a lo largo de los tres últimos meses, se había convertido en el hombre fuerte del gobierno de Syriza.
Ya hace algunas semanas, Libre Mercado apuntó que Varufakis estaba barajando la posibilidad de dimitir de su cargo. Este pasado fin de semana, el ministro griego complicó más aún su carrera política cuando escribió en Twitter que daba la "bienvenida"al "odio" de sus socios europeos.
Evidentemente, la posición electoral del gobierno de Syriza se ha ido debilitando como consecuencia de los sucesivos errores de Varufakis. Las encuestas confirman que casi el 75% de los griegos tiene miedo de cara al futuro de su país; además, los sondeos apuntan también que el respaldo de la ciudadanía a la estrategia de negociación del ministro de Finanzas había caído del 72% al 45% en menos de un trimestre.
Pero hay más. Varufakis también ha sido fuertemente criticado por exhibir su 'dolce vita' coincidiendo con momentos de profunda depresión económica. En la memoria del gran público está el reportaje fotográfico del aún ministro en la revista gala Paris Match.
La ostentación del ministro griego
Aquel despliegue de ostentación de Varufakis levantó ampollas entre muchos ciudadanos griegos que no entendieron un posado ostentoso en tiempos de austeridad. A dicho episodio se unen otras polémicas que no han tenido tanto eco en el resto de Europa pero sí han desgastado más aún la imagen de Varufakis en su país.
Como explica The Economist, el destituido negociador también fue criticado por sus lujosos fines de semana en las islas más exclusivas del país. También se le afeó también su gusto por la noche: no pocos analistas le acabaron acusando de comportase más como un personaje de la farándula que como un ministro de Finanzas.
"Pique" con el vice primer ministro
La caída en desgracia de Varufakis también se explica por su enfrentamiento con el vice primer ministro heleno, Yanis Dragasakis. Mientras que dicho alto cargo del Ejecutivo se ha esforzado por mantener una relación fluida entre Atenas y Bruselas, Varufakis ha apostado por una estrategia de enfrentamiento que no está dando los resultados esperados.Hasta hace algunos días, Tsipras apostó por mantener la confianza en Varufakis. No obstante, la gota que colmó el vaso fue el ultimátum que el Banco Central Europeo trasladó al Ejecutivo de Syriza hace algunos días. Concretamente, Mario Draghi decidió plantarse ante Grecia y anunció que solamente mantendría la financiación de urgencia a la banca helena hasta el próximo 11 de mayo.
Si a semejante mazazo se le suman las polémicas declaraciones de Varufakis a lo largo del fin de semana, no es difícil entender por qué el aún ministro de Finanzas ha acabado convirtiéndose en el primer ángel caído del populismo griego.