La Comisión Europea ha enviado este miércoles un pliego de cargos al gigante energético ruso Gazprom en el que le acusa formalmente de abusar de su posición dominante para obstaculizar la competencia e imponer precios altos en el mercado del gas natural en los países de Europa central y del este.
Gazprom dispone ahora de un plazo de 12 semanas para presentar sus alegaciones y solicitar una audiencia de defensa al Ejecutivo comunitario. El envío de un pliego de cargos supone avanzar un paso más para imponer una fuerte multa a la compañía rusa, que podría alcanzar el 10% de su volumen de negocios.
"Me preocupa que Gazprom esté vulnerando las reglas antimonopolio de la UE al abusar de su posición dominante en los mercados de gas europeos. Consideramos que puede haber levantado barreras artificiales que impiden que el gas fluya de unos países de Europa central y del Este a otros, obstaculizando la competencia transfronteriza.
Mantener los mercados nacionales de gas separados también ha permitido a Gazprom cobrar precios que en esta fase consideramos injustos", ha explicado la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager. "Si nuestras preocupaciones se confirman, Gazprom tendrá que enfrentarse a las consecuencias legales de su comportamiento", ha avisado.
Las acusaciones de Bruselas se refieren a la actuación de Gazprom en ocho Estados miembros: Bulgaria, República, Checa, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia y Eslovaquia. En estos países, la compañía rusa es el suministrador dominante de gas natural, con cuotas de mercado muy por encima del 50% en la mayoría de ellos, y de hasta el 100% en algunos.
La Comisión denuncia en particular tres conductas de Gazprom que a su juicio demuestran el abuso de su posición dominante. En primer lugar, la compañía rusa impone restricciones territoriales en sus acuerdos de suministro con todos estos países, entre ellas vetos a la exportación y cláusulas que exigen que el gas comprado se use en un determinado territorio. Bruselas cree que estas medidas impiden el libre comercio de gas en el espacio económico europeo.
En segundo lugar, el Ejecutivo comunitario apunta que estas restricciones territoriales pueden desembocar en precios del gas más altos y permiten a Gazprom llevar a cabo una "política de precios injusta" en cinco Estados miembros: Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania y Polonia. En estos países, la compañía rusa cobra a los mayoristas precios que son "significativamente más altos" que sus costes o que sus precios de referencia. Ello es el resultado en parte de vincular en los contratos los precios del gas a una cesta de productos petrolíferos, lo que "ha favorecido indebidamente a Gazprom" sobre sus clientes.
Finalmente, Bruselas acusa a Gazprom de aprovechar su posición de dominio para supeditar el suministro de gas a Bulgaria y Rumanía a la obtención de concesiones en infraestructuras de transporte. Por ejemplo, la compañía rusa condiciona el suministro a inversiones en un proyecto de gaseoducto promovido por Gazprom o a que se acepte un refuerzo del control de Gazprom sobre una infraestructura.
Bruselas lanzó una investigación formal por abuso de posición dominante contra Gazprom en septiembre de 2012 tras haber realizado redadas por sorpresa en las instalaciones de compañías gasistas un año antes. El anterior comisario de Competencia, Joaquín Almunia, intento llegar a una solución negociada a cambio de concesiones del gigante ruso pero abandonó ya en enero de 2014 por falta de avances y empezó a preparar el pliego de cargos, que ha estado congelado durante más de un año.