Alegría entre los euroburócratas de la Comisión Europea. De acuerdo con su último informe fiscal, la recaudación fiscal de los países miembros de la Unión ha consolidado su ritmo ascendente a lo largo del último año.
De acuerdo con el documento enviado por Bruselas, la recaudación media sobre PIB ha alcanzado el 39,4% en 2012, subiendo desde el 38,8% que se registró en 2011. En la Eurozona, el aumento fue del 39,5% al 40,4%.
No todos los países siguieron el mismo rumbo. Por ejemplo, los gobiernos de centro-derecha de Portugal y Reino Unido optaron por rebajar la presión fiscal en vez de aumentarla: en el país luso cayó del 33,2% al 32,4%, mientras que en el Reino Unido descendió del 35,8% al 35,4%.
Sin embargo, la mayoría de los Estados miembros experimentó un crecimiento de la presión fiscal entre 2011 y 2012. Tal y como refleja esta gráfica de la Comisión Europea, solamente siete países experimentaron una menor carga tributaria en el periodo analizado por los técnicos de Bruselas.
El rumbo seguido por España fue el del aumento de la presión fiscal: entre 2011 y 2012, los datos de la Comisión Europea observan un aumento de 0,7 puntos, pasando del 31,8% al 32,5%.
Analizando el peso de cada impuesto sobre el total recaudado, el modelo español recibe el 53% de sus ingresos del impuesto sobre el trabajo, mientras que los tributos aplicados al consumo suponen el 26,5% de la recaudación y las tasas impuestas a las rentas del capital llegan al 22,9% de lo que entra en la caja del fisco.
El IVA se dispara en Europa
También los impuestos medioambientales preocupan a la Comisión Europea: esta vez, Bruselas denuncia su nulo crecimiento durante los años de crisis. De hecho, la caída de la actividad hace que los datos de recaudación para 2009-2012 sean mucho menores a los niveles registrados hace una década.
La profunda descentralización fiscal española
De acuerdo con el documento elaborado por Bruselas, España es el país que menos recaudación fiscal deja en manos del gobierno central. Por el contrario, los recursos fiscales que movilizan las Administraciones regionales se colocan a la cabeza de Europa.