Es probable que el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, todavía no se haya recuperado del susto que le dio ayer la activista Josephine Witten plena rueda de prensa. La joven, una alemana de 21 años, saltó sobre la mesa del banquero central a los pocos minutos de que éste empezase su discurso para arrojar sobre su cabeza confeti y octavillas al grito de "hay que acabar con la dictadura del BCE".
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En los panfletos que Witt le lanzó a Draghi, la alemana criticaba al BCE por creerse el "amo del universo" y amenazaba al responsable del organismo con que en el futuro "escucharálos clamores que usted merece más fuerte, dentro y fuera de sus salas, en todas partes, sin descanso".
Cada vez son más los datos que están saliendo a la luz sobre la vida de Witt. Lo último que se conoce es que la manifestante es una ex activista deFemenque, ahora, actúa de manera independiente. Según el diario británico Telegraph, para poder acceder a la rueda de prensa que da mensualmente el BCE la chica se acreditó como periodista a través de un medio que no existía. El BCE ha asegurado que está investigando el fallo en el protocolo de acceso.
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La activista fue expulsada de la sala de prensa del BCE y trasladada a una comisaría de policía de Frankfurt donde fue liberada a las pocas horas. Un amigo de la joven ha justificado el comportamiento de Witt por el rechazo a unas "políticas completamente antidemocráticas" y la describe como una opositora del "neoliberalismo europeo".
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Desde que saliera de la comisaria, Witt ha ampliado su presencia en las redes sociales y no ha dejado de hacer comentarios sobre su hazaña. Uno de los más llamativos ha sido en el que se ha referido al hecho de que, al dar el salto a la mesa de Draghi, parte de su ropa interior se quedase al descubierto. "Así que salto sobre el escritorio de Draghi y la gente habla de mi ropa interior", ha afirmado.
Antes de irse a dormir, la feminista (así se declara) llegaba incluso a desearle las "buenas noches" a Mario Draghi, sin olvidarse de recordar que "hay que poner fin a la dictadura del BCE".