Grecia acaba de superar su nuevo Día D tras abonar este jueves el pago del préstamo al Fondo Monetario Internacional (FMI), pero no será la única fecha clave que tendrá que afrontar el Gobierno de Alexis Tsipras durante los próximos meses. Sus compromisos financieros se acumulan, mientras sus reservas de liquidez descienden de forma acusada, a la espera de que sus socios comunitarios liberen el tramo pendiente del rescate para evitar la temida quiebra (default).
El primer ministro griego regresó ayer de Moscú con la promesa de que Rusia aliviará el bloqueo comercial que afecta a determinados productos griegos, tras el veto decretado contra la UE a raíz del conflicto surgido en Ucrania. Pero, de momento, no habrá ayuda financiera por parte del Kremlin, de modo que Tsipras aterrizó en Atenas con las manos vacías. Así pues, la quiebra o no del Estado heleno sigue dependiendo del resultado de las negociaciones con la UE sobre el rescate internacional.
Los países de la zona euro han advertido de que el Ejecutivo de Syriza apenas cuenta con seis días de plazo para que presente un plan concreto de reformas, con medidas adicionales en sectores como el mercado laboral, las pensiones o la posición fiscal, como condición para que Atenas pueda recibir la ayuda pendiente, unos 7.200 millones de euros, tras el visto bueno del Eurogrupo, cuya próxima reunión se celebrará el 24 de abril.
Las posiciones que mantienen ambas partes difieren aún en varios temas, como los ingresos y gastos del Estado, las pensiones, la legislación laboral y las privatizaciones. Atenas presentó la semana pasada un plan de reformas de 26 páginas centrado, básicamente, en la lucha contra el fraude fiscal, pero la troika considera que sus estimaciones de ingresos son excesivamente optimistas y echa en falta reformas clave en materia de pensiones y mercado laboral.
El problema es que todo apunta a que Grecia se quedará sin liquidez entre finales de abril y principios de mayo, de ahí la importancia de que el Eurogrupo desbloquee en su próxima reunión el último tramo de 7.200 millones de euros del actual rescate. Basta observar el apretado calendario de pagos que debe afrontar el Gobierno de Tsipras para comprobar que el tiempo para alcanzar un acuerdo apremia.
Grecia pagó este jueves un nuevo tramo de 450 millones de euros al FMI, después de haber amenazado a la institución con retrasar su desembolso. Se trata del único pago que el Gobierno del izquierdista Syriza debe abonar al Fondo en abril, después de que en marzo devolviese 1.589 millones de euros en cuatro plazos.
Por otro lado, el Tesoro griego logró sortear su última emisión de deuda, tras colocar 1.138 millones de euros en Letras a seis meses a un interés del 2,97%, a pesar de que la banca helena no puede acudir a este tipo de subastas tras la prohibición estipulada por el BCE.
Además, la entidad monetaria que preside Mario Draghi ha incrementado este jueves en 1.200 millones de euros el tope de la línea de liquidez de emergencia (ELA por sus siglas en inglés) de la que pueden hacer uso los bancos griegos a través de su correspondiente banco central nacional, manteniendo así la respiración artificial al sistema financiero heleno. De este modo, la cuantía máxima de este programa asciende ahora a 73.200 millones de euros.
Pero la carrera de obstáculos financieros para Grecia sigue siendo larga y compleja. Según recoge el banco HSBC, el Tesoro griego debe refinanciar cerca de 2.500 millones de euros en letras a corto plazo entre el 14 y el 17 de abril; también deberá encontrar el dinero para pagar pensiones y sueldos públicos a finales de abril.
Sin embargo, la nueva fecha crítica se producirá el próximo 12 de mayo, cuando tendrá que abonar otros 770 millones al FMI. Además, el 20 de julio vencerán otros 3.600 millones de euros en bonos que están en manos del BCE.
Atenas carece de recursos propios para devolver ese dinero. Por el momento, el banco suizo UBS estima una probabilidad de entre el 50% y el 60% a la quiebra del Estado heleno, mientras que el riesgo de salida del euro lo sitúa en un rango de entre el 20% y el 30%.