¿Qué segmentos de renta aportan el grueso del dinero ingresado por Hacienda en concepto de IRPF? Para responder a esta pregunta, es preciso analizar los niveles de renta de la población española y agruparlos en diferentes tramos.
Hacer este estudio permite comprobar la aportación fiscal según el poder adquisitivo de los españoles. De esta forma podemos concretar qué porcentaje de lo recibido por IRPF proviene de cada tramo de renta.
Rentas superiores a 30.000€ aportan un 76% más
Repasando las tablas de recaudación por IRPF de la Agencia Tributaria, podemos comprobar que las rentas superiores a 600.000 euros anuales dejaban en 2003 unos ingresos fiscales de 1.349 millones de euros. En 2012, esta cifra ascendía a 2.560 millones, por lo que el aumento experimentado a lo largo de casi una década fue del 89%.
Si bajamos el umbral de renta y comparamos las cifras para los contribuyentes con ingresos de entre 150.000 y 600.000 euros al año, encontramos que en 2003 aportaban 3.669 millones de euros en concepto de IRPF, mientras que en 2012 su aportación fiscal llegaba a 5.373 millones. A lo largo del periodo estudiado, el aumento fue del 46%.
A continuación, encontramos a aquellos contribuyentes que cobran un sueldo anual comprendido entre los 60.000 y los 150.000 euros. Para este tramo, la recaudación por IRPF pasó de 7.988 millones en el año 2003 a 13.907 millones en 2012. Esta cifra refleja un aumento de los ingresos fiscales del 74%.
Si estudiamos el siguiente segmento de renta, vemos que los sueldos superiores a 30.000 e inferiores a 60.000 euros se anotaron una aportación fiscal de 12.483 millones en el año 2003, frente a los 23.076 millones que registró Hacienda para el ejercicio 2012. Comparando los datos, se trata de una subida del 85%.
Agrupando estos tres segmentos de ingresos, encontramos que en 2003 generaban 25.489 millones al año en concepto de IRPF, frente a los 44.916 millones que se registraban en el año 2012. Se trata de un aumento del 76%.
Rentas inferiores a 30.000€ aportan un 23% más
Bajando a niveles de renta de entre 21.000 y 30.000 euros, los datos de recaudación de Hacienda muestran que el dinero recaudado por IRPF de estos contribuyentes pasó de suponer 8.462 millones en 2003 a 12.313 millones en 2012. Hablamos de una subida del 45% a lo largo del periodo analizado.
Si ponderamos el caso de los sueldos de entre 12.000 y 21.000 euros, vemos que en 2003 generaban una aportación por IRPF de 7.357 millones de euros. Los datos para 2012 muestran unos ingresos tributarios de 8.766 millones, por lo que estamos ante un aumento del 19%.
Por último, para sueldos de menos de 12.000 euros, la evolución entre 2003 y 2012 arroja una caída neta en su aportación por IRPF: si en 2003 generaban al fisco 2.482 millones de euros, en 2012 se anotaban un total de 1.480 millones de euros. Hablamos de un descenso del -41% durante el periodo observado.
Si sumamos los tres segmentos de renta que se quedan por debajo de los 30.000 euros, vemos que su aportación por IRPF en el año 2003 llegaba a los 18.301 millones de euros, frente a los 22.559 millones que se observan en 2012: una subida del 23%.
72 de cada 100 euros salen de las rentas altas
Las rentas de más de 60.000 euros generaron 21.480 millones de euros: el 33,6% del total. Si vamos a ingresos de entre 30.000 y 60.000 euros, sumamos otros 23.076 millones de euros: el 35% de toda la recaudación por IRPF. Considerando ambos segmentos, vemos que los contribuyentes con más de 30.000 euros generan el 72% de todo lo que recibe Hacienda por este gravamen.
En 2003, los sueldos de más de 60.000 euros generaban el 29,5% de todos los ingresos por IRPF, mientras que las rentas de entre 30.000 y 60.000 euros sumaba el 28,4% de la recaudación. En suma, el 58% del dinero que se anotaba Hacienda venía de los contribuyentes con ingresos de más de 30.000 euros.
Esto significa que las rentas altas, de más de 30.000 euros, suponen un porcentaje cada vez más grande del dinero que recauda la Agencia Tributaria española. Si en 2003 estos niveles de renta aportaban el 58% del total recaudado por IRPF, los datos para 2012 elevan esta cuota hasta niveles del 72%. Por tanto, las rentas altas (más de 30.000 euros) han experimentado una tendencia alcista a lo largo de los años que van de 2003 a 2012, con un repunte del 24% en su peso sobre los ingresos derivados del Impuesto sobre la Renta.
Las rentas inferiores a 30.000 euros han experimentado el proceso inverso. En el año 2003 aportaban el 42% de los ingresos por IRPF frente al 28% que nos encontramos en la estadística de 2012. En este caso, se trata de un repliegue del -34% durante el periodo observado.