Llena hasta la bandera estaba la sala de conferencias de IE Business School para la charla ofrecida por Cecilia Mälstrom. La Comisaria Europea de Comercio visitó la capital de España con ánimo de defender el acuerdo comercial transatlántico (TTIP) con Estados Unidos.
Aunque diversos grupos anticapitalistas se han opuesto a la firma de este pacto, Mälstrom tiene claro que "un mercado abierto es esencial para poder crear empleo en un contexto competitivo y dinámico". La que fuera representante del Partido Liberal sueco admitió que "hay quienes no lo ven así, pero este debate es estimulante y no debemos rehuirlo".
Según Mälstrom, "quienes creemos en la apertura de los mercados debemos defender un acuerdo como el TTIP, pues culminar con éxito estas negociaciones abaratará las importaciones, acelerará las exportaciones y expandirá la libertad de elección de los consumidores".
La Comisaria explicó que millones de empleos europeos dependen directa e indirectamente del comercio con Estados Unidos, por lo que el TTIP tiene un notable valor socioeconómico. "Firmar acuerdos con Corea, México o Chile ha permitido que las exportaciones europeas a estos mercados crezcan anualmente a tasas de dos dígitos. Queremos lo mismo con Estados Unidos", confesó.
Pymes, calzado, automóviles...
Conocedora del tejido empresarial español, Mälstrom citó varios ejemplos de compañías pequeñas y medianas que saldrán beneficiadas con el tratado. "Cualquier fabricante de muebles europeo sufre graves trabas a la hora de entrar en el mercado estadounidense. Esto es consecuencia de restricciones aprobadas en los años 30 que siguen en pie en la actualidad", explicó.
Otro caso digno de mención es el del sector automovilístico: "en España hay dos millones de empleos ligados directamente a las empresas de este campo, pero sus ventas a Estados Unidos soportan dos obstáculos: por un lado, el pago de aranceles; por otro lado, la aplicación de pruebas de seguridad muy distintas a las europeas. En el primer aspecto, hay que eliminar esas tasas; en el segundo, hay que armonizar los requisitos para que el proceso sea más simple".
Concretando sus referencias a España, Mälstrom explicó que "la mitad de las exportaciones españolas al mercado estadounidense cuelgan de 17.000 empresas de tamaño pequeño o mediano. Fabricantes de calzado en Alicante pagan aranceles del 30%; productores de alcachofa en Murcia pagan un gravamen del 15% frente al 0% de Centroamérica...".
"Está fuera de la mesa rebajar los están
Al contrario de lo que afirman los grupos contrarios a la globalización económica, la Comisaria aclaró que "los estándares de protección alimentaria o medioambiental permanecerán en pie; hablar de recortes a estas pautas está fuera de la mesa de negociación...".
Por otro lado, la representante de la Comisión Europea apuntó que el TTIP "refuerza valores compartidos con Estados Unidos como la democracia, el Estado de Derecho, la economía de mercado... Es una alianza natural a ambos lados del Atlántico, por lo que no sorprende que todos los gobiernos europeos hayan dado el "OK" al procedimiento iniciado. De hecho, aunque hay reticencias, estamos siendo más transparentes que nunca, publicando todo tipo de documentos ligados al proceso".
Mälstrom apuntó que el acuerdo podría estar cerrado antes de 2016, "aunque la aplicación efectiva tardaría varios años". Por otro lado, reconoció con cierto recelo que el sector audiovisual se ha blindado ante la negociación, excluyéndose de un pacto que, como consecuencia, no llevará la liberalización comercial a dicho plano.
150.000 empleos
El secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, ha indicado que el acuerdo de libre comercio entre la UE y Estados Unidos podría generar en España 150.000 empleos y un aumento de la renta per cápita a largo plazo del 6,6%.
Como explicó Libre Mercado, 2015 es el año clave para la aprobación de este pacto comercial, ya que los intereses políticos a ambos lados del Atlántico convergerán de forma notable durante los próximos meses.