El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, y el consejero delegado de la entidad, José Sevilla, cobraron en 2014 un sueldo fijo de 500.000 euros, idéntico al año anterior, y renunciaron a una retribución variable que podía ascender a 125.000 euros para cada uno.
Además, según la información remitida hoy por el banco a la CNMV, los dos primeros ejecutivos no recibieron ningún tipo de complemento salarial adicional, como aportaciones a planes de pensiones o acciones de la compañía.
El otro ejecutivo de la entidad, Antonio Ortega, que se incorporó al consejo de Bankia en junio de 2014, mantuvo también su sueldo fijo de 500.000 euros e igualmente renunció al variable.
El resto de miembros del consejo de administración de Bankia, que están en calidad de independientes y no tienen derecho a variable, volvieron a ganar 100.000 euros en 2014.
Así se recoge en el informe de gobierno corporativo de la entidad, publicado el mismo día en el que Bankia ha anunciado que obtuvo un beneficio neto atribuido de 747 millones en 2014, un 83 % más que un año antes, tras ajustar a la baja las cuentas de 2013 bajo los nuevos criterios contables y dotar 312 millones para hacer frente a reclamaciones por su salida a bolsa.
La entidad, que recibió una multimillonaria ayuda pública en 2012, ya devolvió 1.304 millones de euros al contribuyente después de que el Estado, su principal accionista, sacara a la venta en febrero de 2014 un 7,5 % del banco cotizado.
Además, el grupo que preside Goirigolzarri anunció ayer mismo que propondrá el pago este año de un dividendo en efectivo de 202 millones de euros con cargo al ejercicio 2014, lo que supondrá un ingreso para el Estado de 126 millones de euros.