Se cumplen 5 años de la llegada de Blablacar a España y su actividad todavía sigue siendo cuestionada por sus competidores. En marzo de 2014, la Federación Nacional Empresarial de Transporte de Autobús (Fenebús) solicitó ante un gran número de organismos públicos (DGT, Fomento, CNMC y la defensora del Pueblo) su cierre "inmediato" al considerar que está ejerciendo una actividad "ilegal".
Para Fenebús, este negocio "es un claro ejemplo de intrusismo laboral que lesiona gravemente los intereses de las empresas de transporte de viajeros legalmente establecidas y con todos los requisitos administrativos en orden"
Según explica el director de la federación, José Luis Pertierra, a Libre Mercado, la Administración hizo caso omiso a sus demandas. Y tras unos meses de sin pronunciarse, la patronal de autobuses ha vuelto a cargar contra la empresa que pone en contacto a conductores para compartir coche y ha anunciado que prepara una demanda contra ella.
"En vista de la pasividad de la Administración, nuestros abogados están preparando una demanda contra Blablacar, que ejerce una actividad ilegal", declara Pertierra. Al efectuar la demanda, Fenebús alegará que la aplicación permite a sus conductores lucrarse en los trayectos "ya que se ha demostrado que muchos viajan varias veces al día a un mismo destino y que cobran de más", que sus conductores "no están autorizados a transportar pasajeros" y que la compañía no puede ejercer de intermediaria porque esa labor "está reservada para las agencias de viajes y Blablacar no tiene autorización".
Tal y como sucedió con el cierre de Uber, "nosotros tenemos la esperanza de que con Blablacar suceda lo mismo porque son casos muy similares", declara José Luis Pertierra. "Ahora, Uber reparte comida, ¿qué hará Blablacar si la suspenden?", se pregunta.
El pasado mes de diciembre, el juez de lo Mercantil número 2 de Madrid ordenó la cesación y prohibición en todo el territorio nacional de Uber, la plataforma que pone en contacto online a usuarios y conductores. Esta decisión se tomó tras una denuncia de la Asociación Madrileña del Taxi.
"Cumplimos con la legalidad"
Mientras tanto, y con la amenaza de demanda sobre la mesa, Blablacar celebró ayer jueves una rueda de prensa para hacer balance de sus 5 años de actividad en España. El director General de la compañía en España y Portugal, Vincent Rosso, aseguró que "no tenemos ningún miedo a la demanda de Fenebús porque nosotros cumplimos estrictamente con la legalidad vigente".
"No entiendo el motivo de la demanda y que pidan nuestro cierre. La competencia es buena para el mercado, nosotros con Amovens, que son nuestra competencia directa, tenemos una muy buena relación".
Y es que según el artículo 101 de la Ley 17/1987 de Ordenación de los Transportes terrestres:
En ningún caso, salvo el supuesto de percepción de dietas o de gastos de desplazamiento para su titular, el transporte particular puede dar lugar a remuneraciones dinerarias directas o indirectas.
Rosso ha explicado que su compañía vela por que se cumpla este supuesto en todos los casos para que los conductores "nunca perciban un beneficio económico por el trayecto". Aunque el precio lo fija el propietario del vehículo, Blablacar establece una tarifa recomendada. "Controlamos exhaustivamente que el precio que ingresa el conductor se corresponde con la distancia, el consumo de combustible y los pasajeros que ha llevado", explica el directivo.
"En España, por ejemplo, todas las semanas expulsamos a algún conductor que se ha lucrado con nuestro servicio. Si detectamos que el cobro de un viaje es excesivo, nos ponemos en contacto con ellos y les damos dos oportunidades para que no se vuelva a repetir", explica Rosso.
"También, expulsamos a conductores que no cumplan con las normas de tráfico, ya que los pasajeros valoran y opinan sobre cada experiencia en el viaje y nos informan sobre si el conductor, por ejemplo, ha ido hablando por el móvil mientras conducía o no ha respetado los límites de velocidad, así como a usuarios que sean groseros o falten el respeto de los viajes", añade.
Otro de los argumentos que esgrime Fenebús es que, en caso de accidente, las aseguradoras no cubrirán a los ocupantes. "Los seguros en España cubren de raíz la responsabilidad civil de los pasajeros en un viaje. De cualquier forma, aconsejamos a los conductores que certifiquen con su aseguradora que eso es así", dice la compañía.
Sobre la obligatoriedad de operar como una agencia de viajes que les exigen los autobuseros, Blablacar afirma que su actividad "no es la propia de las agencias de viajes". Una agencia de viajes es una entidad dedicada a "la intermediación y organización de servicios turísticos a la que se reserva en exclusiva la comercialización de viajes combinados". Por tanto, Blablacar "no intermedia ni organiza servicios turísticos; tampoco comercializa viajes combinados, así que no somos una agencia de viajes. Somos una red social que pone en contacto a personas que quieren compartir los gastos de un trayecto", explican.
"Ha dejado de ser una app de estudiantes"
Actualmente Blablacar está presente en 14 países y tiene 150 empleados. Sólo en Europa viajan al mes con esta app dos millones de usuarios. Los picos de actividad se concentran en las tardes de viernes y domingo.
En España los trayectos más frecuentes son:
- Madrid-Valencia
- Barcelona-Tolouse
- Granada-Sevilla
- Murcia-Madrid
- Salamanca-Lisboa
Actualmente, el perfil de los usuarios en España es del 58% hombres y el 42% mujeres. En cuanto a la edad, entre los 18 y los 24 años se encuentra el 27% de los clientes; de 25 a 29 años, el 26%; de 30 a 39 años, el 26%; de 40 a 54 años, el 16% y el 5% son mayores de 55 años.
"Cuando empezamos, una gran mayoría de nuestros usuarios eran estudiantes y ahora, los hijos se lo recomiendan a sus padres y sus padres lo usan", asegura Rosso. Ahora, el 50% de los pasajeros de Blablacar son empleados, el 13% estudiantes, el 13% están en paro, el 12% son hombres de negocios y el 3% jubilados.