El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, ha dicho este martes que cree que el Gobierno griego ha sido "muy serio" con la lista de reformas que propone para prorrogar el rescate cuatro meses, si bien se ha mostrado cauto a la hora de valorar si serán suficientes, porque, ha advertido, la evaluación está en curso.
"Creo que el Gobierno es muy serio (en sus propuestas), pero es un nuevo Gobierno con una visión política bastante diferente al anterior y por eso quieren algunos cambios en el acuerdo", ha dicho Dijsselbloem en una comparecencia ante eurodiputados en Bruselas. "La flexibilidad en el programa siempre ha estado ahí", ha añadido, para explicar que es posible modificar algunas de las condiciones, aunque no, ha advertido, de manera "unilateral" por un Gobierno.
El jefe del Eurogrupo ha confirmado que recibió la lista de propuestas dentro del plazo marcado a Atenas, esto es, antes de la pasada medianoche, y ha explicado que ahora se debe examinar si las nuevas medidas pueden cumplir los mismos objetivos que aquellas que quieren reemplazar. También ha negado que desde la UE se pidiera a Grecia que retrasara la entrega de su propuesta.
La Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional -las tres instituciones hasta ahora llamadas 'la troika'- están realizando una primera evaluación que, de ser positiva, servirá a Dijsselbloem para convocar este mismo martes un Eurogrupo por videoconferencia para dar su visto bueno. Si se cumplen estos pasos, los parlamentos nacionales que necesitan ratificar el acuerdo, como el de Alemania y el de Países Bajos, podrán hacerlo en las "próximas semanas", ha explicado.
Con todo, el jefe del Eurogrupo ha querido dejar claro que se trata solo de "un primer paso" y que queda mucho trabajo por cumplir para concretar y pactar estas medidas, un proceso que se alargará hasta finales de abril "como muy tarde".
Dijsselbloem ha reconocido que en las semanas que rodearon el cambio de Gobierno en Grecia la confianza de algunos socios europeos hacia Atenas se vio dañada, pero ha asegurado que se está recuperando. "El acuerdo del viernes es un primer paso en la vuelta hacia la confianza, trabajamos juntos", ha dicho. En este sentido, ha indicado que hay muchos indicadores que señalaban la vuelta de Grecia a la senda del crecimiento, pero que la "incertidumbre" por las elecciones y el nuevo Gobierno supuso un "revés" para esta situación.
Ante las críticas de algún eurodiputado por forzar al Gobierno de Syriza a aceptar los términos del rescate, Dijsselbloem se ha mostrado tajante: "Si el Gobierno hubiese dicho que no quería este programa, hubiera podido hacerlo".
Las negociaciones de las últimas semanas, sin embargo, han permitido a las partes avanzar para mantener el programa de ayuda a Grecia pero "previendo cierta flexibilidad", una flexibilidad que el Ejecutivo heleno "puede utilizar para poner su sello político al programa". "Si respetan los objetivos, creo que se podrán incorporar muchos cambios", ha remachado.