El diablo está en los detalles. A escasas horas de que expire el plazo concedido a Grecia para que solicite la renovación del plan de rescate, la incertidumbre sigue siendo máxima. Tal y como se esperaba, el Gobierno heleno pidió este jueves la extensión de la asistencia financiera durante otros seis meses, y, aunque este movimiento fue bien recibido en Bruselas, Alemania reaccionó poco después rechazando la petición. Todo apunta a que la decisión final se adoptará en la reunión del Eurogrupo convocada para el viernes, la fecha límite para prolongar la financiación a Grecia.
¿Qué ha pasado? Tras una mañana llena de rumores e informaciones contradictorias, la conclusión es que Atenas ha cedido en parte de sus pretensiones iniciales, pero sigue sin aceptar las condiciones mínimas que exige el Eurogrupo. Lo que ha hecho el Ejecutivo de Syriza, básicamente, es presentar, una vez más, la propuesta que ya planteó en el Eurogrupo de pasado lunes, pese a que ya fue rechazada entonces por el resto de socios comunitarios.
La clave, en gran medida, sigue residiendo en el lenguaje empleado. El ministro de Finanzas heleno, Yanis Varufakis, insiste en pedir una especie de crédito puente hasta el próximo agosto para, de este modo, poder negociar un nuevo plan de rescate. Mediante esta fórmula, Atenas aceptaría algunas condiciones, pero el margen es tan amplio y tan difuso que, en la práctica, supondría suspender buena parte de los ajustes y reformas que exige el programa vigente.
Berlín, sin embargo, en línea con lo que exigió el Eurogrupo, advierte de que debe solicitar la renovación del "actual programa" de rescate, aunque deja la puerta abierta a suavizar ciertas condiciones. Este tira y afloja de declaraciones debe interpretarse en clave política, ya que unos y otros sufren fuertes presiones a nivel nacional para no ceder en sus postulados.
La solicitud de Atenas
En concreto, en la carta remitida por Varufakis al presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, los que pide Atenas es prorrogar el "Acuerdo Maestro de la Facilidad de Asistencia Financiera", es decir, la base del rescate de Grecia, esquivando así el memorando específico de condiciones que establece el actual programa. Este matiz es esencial.
¿Por qué? Basta atender a las declaraciones de Syriza. "El Gobierno, fiel a sus compromisos [electorales], no ha solicitado una prórroga del memorando [condiciones del rescate]. Hemos presentado una propuesta que respeta el veredicto popular, defiende la dignidad de la sociedad y, al mismo tiempo, puede ser aceptada por nuestros socios", según señalaron este jueves fuentes del Ejecutivo heleno. Atenas recalcó que no han pedido una prórroga del programa de rescate al Eurogrupo, sino una extensión del crédito de seis meses que respeta las líneas rojas de Syriza.
A cambio de ese crédito puente de seis meses, Grecia se compromete a poner en marcha "reformas contra la evasión fiscal y la corrupción y a tomar medidas para hacer frente a la crisis humanitaria" de forma que se reactive la economía "de inmediato", según añadieron estas mismas fuentes.
Asimismo, el Gobierno de Alexis Tsipras se compromete a pagar todas sus deudas, a no adoptar ninguna medida unilateral que pueda poner en riesgo los objetivos fiscales acordados con la UE, a completar, previa negociación, las condiciones del actual programa de asistencia financiera, y a aceptar la supervisión de las tres "instituciones" que forman la troika (la Comisión, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional), que, hasta ahora, había rechazado.
Así pues, Tsipras ya ha cedido en su reclamación inicial de aplicar quitas a la deuda pública e incluso acepta la supervisión de la troika (hoy llamada "instituciones"), pero el problema es que insiste en cuestionar la senda de reformas y ajustes exigida, que es, en última instancia, lo único que garantiza la devolución del dinero prestado por los contribuyentes europeos.
Ésta es la línea roja que, a día de hoy, se sigue discutiendo. De hecho, es el punto más importante, ya que de su definición dependerá la victoria de Grecia o del Eurogrupo en este particular juego del gallina que está teniendo lugar desde que Syriza ganó las elecciones a finales del pasado enero.
El rechazo de Alemania
El Eurogrupo advirtió de que Atenas tenía hasta este viernes para solicitar la "ampliación del rescate", lo cual implica aceptar también las condiciones. Cosa distinta es que, una vez hecha la petición, los socios comunitarios se presten a suavizar algo los ajustes exigidos. Por esa razón, Alemania ha rechazado este jueves la solicitud de Grecia. "La carta de Atenas [ver aquí el documento enviado] no constituye una propuesta de solución sustancial".
En realidad, representa un "programa puente, sin cumplir las exigencias" del plan de rescate que oficialmente expira este viernes, según manifestó en un escueto comunicado el portavoz del Ministerio germano de Finanzas, Martin Jäger. "El escrito no se corresponde con los criterios acordados el lunes por el Eurogrupo", precisó.
Y es que, efectivamente, según diversos analistas, lo que ha hecho Atenas este jueves ha sido presentar de nuevo el presunto documento inicial que Varufakis acordó el lunes con el comisario Pierre Moscovici poco antes de comenzar el Eurogrupo. Sin embargo, el citado borrador fue rechazado posteriormente por los socios comunitarios. De ahí, precisamente, la advternecia de Berlín: "El escrito no se corresponde con los criterios acordados el lunes por el Eurogrupo". Es decir, Atenas ha intentado camelarse a Europa con una propuesta que ya fue rechazada. Y la respuesta de Alemania ha sido clara: no cuela.
Entre otras cuestiones, el texto remitido por Atenas deja excesivo margen a la discrecionalidad. Destacan, sobre todo, los dos siguientes párrafos:
El objetivo de la prórroga solicitada de seis meses de duración del Acuerdo es:
(A) Acordar las condiciones financieras y administrativas mutuamente aceptables cuya aplicación, en colaboración con las instituciones, estabilizará la situación fiscal de Grecia, alcanzar unos superávits fiscales primarios adecuados, garantizar la estabilidad de la deuda y ayudar en la consecución de los objetivos fiscales para el 2015 que toman en cuenta la situación económica actual.
(B) Garantizar, en estrecha colaboración con nuestros socios europeos e internacionales, que las nuevas medidas se financiarán en su totalidad evitando tomar medidas unilaterales que menoscaben las metas fiscales, la recuperación económica y la estabilidad financiera.
"Acordar las condiciones mutuamente aceptables" y evitar medidas que "menoscaben […] la recuperación económica" son propuestas lo suficientemente ambiguas como para anular buena parte de los ajustes y reformas que exige en plan de rescate.
Pese a ello, los detalles y condiciones concretos se discutirán en el Eurogrupo del viernes, fecha límite para alcanzar un acuerdo sobre la renovación del actual rescate, cuya validez expira el próximo 28 de febrero.