Cada año, la carga derivada de los compromisos de pago de la deuda autonómica asciende, de media, a la friolera de 1.643 euros por trabajador. He ahí la factura total derivada de considerar el desembolso de las Administraciones regionales en concepto de intereses y vencimientos de los bonos emitidos.
Según los datos del Ministerio de Hacienda que ha analizado el think tank Civismo, esta pesada losa tiene un coste muy diferente dependiendo de nuestro lugar de residencia. Así, un trabajador catalán paga anualmente 2.297 euros por este concepto, mientras que un trabajador madrileño abona 1.368 euros, una diferencia del 40% a favor de quienes residen en la Comunidad gobernada por Ignacio González.
Las autonomías que salen mejor paradas en la comparativa son Canarias, Andalucía y La Rioja, donde la carga es algo menor onerosa: asciende, respectivamente, a 864, 986 y 1.076 euros anuales. El País Vasco y Castilla y León completan el "top cinco" de las regiones donde las cargas de deuda que soporta cada trabajador son más reducidas: en la autonomía que gobierna el PNV, el coste anual es de 1.132 euros, mientras que en el territorio gestionado por el PP la factura toca los 1.172 euros.
Fuera de la zona noble pero en cotas inferiores a la media nacional encontramos a Asturias, Extremadura, Murcia, Madrid, Galicia y Aragón, donde la deuda pública de los gobiernos regionales llegan 1.263, 1.351, 1.368, 1.393, 1.514 y 1.549 euros, respectivamente.
Por encima de la media
Hay seis territorios autonómicos que se sitúan por encima de la media nacional, estimada en 1.643 euros. La región que sale peor parada es la Comunidad Valenciana, donde la carga de la deuda autonómica llega a 2.696 euros por trabajador. Extremadura y Cataluña tienen el dudoso honor de completar el "top tres", con cargas respectivas de 2.369 y 2.297 euros. También se colocan por encima de la media Navarra (1.650 euros), Cantabria (1.765 euros) y las Islas Baleares (1.805 euros).
Civismo explica, eso sí, que conviene tener en cuenta el "efecto riqueza" a la hora de explicar estos datos: "por ejemplo, para un vasco o un madrileño, cuyo PIB per cápita es muy elevado, pagar 1.131 o 1.393 euros no supone un impacto tan fuerte como el que sufriría un valenciano o un manchego".
En cualquier caso, el think tank subraya el "círculo virtuoso" de las regiones con menor deuda: "permite relajar los ajustes presupuestarios y así intensificar las bajadas de impuestos, lo que reactiva la economía. Con un mayor crecimiento y empleo resulta más fácil devolver la deuda".