¿Fue Grecia o Alemania? Una de las anécdotas más sonadas del Eurogrupo celebrado el miércoles, que acabó sin acuerdo, es el extraño retraso que se produjo tras finalizar la reunión. El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, tardó casi dos horas en presentarse ante los numerosos periodistas que estaban aguardando su comparecencia.
La tardanza se debió, en principio, a la falta de acuerdo en torno al comunicado oficial del Eurogrupo. Según Peter Spiegel, jefe de la delegación bruselense del Financial Times, los ministros de Finanzas de la zona euro apenas lograron pactar cuatro párrafos tras casi seis horas de negociación.
Concluida la sesión, varios ministros fueron abandonando la sala. Sin embargo, a última hora, el ministro griego, Yanis Varufakis, llamó a Atenas para confirmar la conveniencia o no del texto y la respuesta, al parecer, fue negativa. Esta es la versión más extendida de los hechos. Tal y como publica Miquel Roig en Expansión, el (no) comunicado decía lo siguiente:
Hoy el Eurogrupo hizo balance de la situación actual en Grecia y el estado del programa de ajuste actual. En este contexto, el Eurogrupo ha entablado un dialogo intensivo con las nuevas autoridades griegas.
Las autoridades griegas han expresado su compromiso con un proceso de reformas más amplio y más fuerte con el objetivo de mejorar las previsiones de crecimientos de forma duradera. Al mismo tiempo, las autoridades griegas reiteraron su compromiso inequívoco con las obligaciones financieras para con todos sus acreedores.
Sobre esta base, empezaremos ahora el trabajo técnico para realizar un análisis sobre los planes de reforma de Grecia. Las autoridades griegas han estado de acuerdo en trabajar estrecha y constructivamente con las instituciones para explorar las posibilidades de extender y concluir de forma exitosa el actual programa teniendo en cuenta los planes del nuevo gobierno.
Si esto se consigue, se logrará un puente de tiempo para que las autoridades y el Eurogrupo trabajen en posibles nuevos acuerdos contractuales. Continuaremos nuestras discusiones en la próxima cumbre del lunes 16 de febrero.
Existe otra versión
Sin embargo, ésta no es la única versión. Según publica Paul Mason, de Channel4, una fuente del Gobierno griego afirma que el texto realmente acordado fue otro en el que se incluía la siguiente frase en el tercer párrafo:
Las autoridades griegas han estado de acuerdo en trabajar estrecha y constructivamente con las instituciones para explorar las posibilidades de REVISAR técnicamente, extender y concluir de forma exitosa el actual programa teniendo en cuenta los planes del nuevo gobierno.
El problema es que esa palabra clave, "revisar", abriría la puerta a modificar de algún modo el programa de rescate inicialmente impuesto por la troika, tal y como reclamaba Atenas para poder incrementar el gasto público con el fin de cumplir algunas de sus promesas electorales, especialmente su plan de emergencia social.
Pero el término en cuestión habría sido vetado en el último momento por el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble. Concluida la reunión, con el alemán ya fue de la sala, y tras dos horas extra discutiendo algunos miembros del Eurogrupo, Dijsselbloem y Varufakis inclusive, dicho documento, sin el término "revisar", fue filtrado a la prensa, poniendo punto y final al primer Eurogrupo sobre la nueva crisis griega.