Se llama Evan, tiene nueve años y suma más de un millón de usuarios suscritos a su canal de YouTube. Con semejante legión de fieles, no sorprende que los vídeos que ha publicado en el servidor de vídeo hayan registrado más de 1.000 millones de visualizaciones.
¿Qué hace este YouTuber para atraer a tanta gente? La respuesta es más sencilla de lo que podría parecer: el carismático niño estadounidense se especializa en abrir cajas de juguetes y comentar a su joven audiencia los aspectos más significativos de cada producto.
Gracias a la buena acogida que tiene el contenido publicado por Evan, sus ingresos se han disparado hasta alcanzar la mareante cifra de un millón de dólares al año.