Mariano Rajoy hizo valer su papel como actor clave de la Unión Europea -España es la cuarta potencia económica de la zona euro- para replicar al Gobierno de Angela Merkel y rechazar de forma taxativa que Grecia pueda ser apartada del proyecto comunitario, tal y como avanzó Libre Mercado. "Estoy absolutamente convencido de que el euro es un proyecto irreversible", dijo con vehemencia. Y de ahí que sentenciara: "Ni Grecia ni ningún otro país que esté en la zona euro va a abandonarlo nunca".
No es la primera vez que el presidente se define un europeísta convencido. A su juicio, reacciones como la de Berlín no ayudan al reforzamiento de la UE, y de ahí que fuera tan contundente en su respuesta. "Yendo a la mayor", respondió en una comparecencia de prensa celebrada en Andorra, el país heleno "no va a salir del euro".
De hecho, Rajoy volvió a envolverse en la bandera del optimismo al afirmar que "lo peor ya se ha superado" y las turbulencias que se viven hoy en los mercados nada tienen que ver con lo acaecido en 2012, cuando España vivía al borde del rescate. "2015 será bastante mejor que 2014", insistió, pese a la inestabilidad provocada por Grecia.
No habrá efecto "contagio"
En el marco político, Rajoy alejó el fantasma de que España se pueda "contagiar" del efecto de Syriza. Sin citar a Podemos, afirmó que "cada país tiene su propia realidad" y sacó pecho de que su Gobierno está haciendo los deberes. En su balance del año pasado, el presidente ya hizo una encendida defensa del sistema vigente, incluido el bipartidismo. "En relación a los contagios políticos: no", afirmó ante la pregunta de un periodista.
En todo caso, Rajoy no quiso desaprovechar la oportunidad de defender al actual presidente de Grecia, Antonis Samarás –que, como recordó, es miembro de la familia del PP europeo-. "Le deseo la mejor de las suertes", llegó a afirmar en víspera de las elecciones. En su opinión, ha sido "valiente" a la hora de enfrentarse a la severa crisis económica del país.