Uber no se rinde. La compañía para alquilar vehículo y conductor online ha desembarcado en China, uno de los mercados del transporte más grandes del mundo. La llegada de la compañía estadounidense al gigante asiático ha sido posible gracias a que Baidu, el Google chino, ha entrado en su capital.
Sin embargo, Uber no estará sólo en China. La compañía tendrá que enfrentarse a las empresas locales Kuaidi Dache y Didi Dache, dos aplicaciones de taxi respaldadas por los gigantes Alibaba Group y Tencent Holdings. Ambas poseen el 90% de la cuota de mercado del país.
La competencia a la se enfrentará Uber es extrema. Y es que mientras Uber ha llegado sólo a 8 ciudades, Kuaidi está ya en 350. Recientemente, Didi ha recaudado 700 millones de dólares para financiar su expansión.
"Tienes que hacer las cosas de manera diferente si quieres tener éxito en China", ha dicho el consejero delegado de Uber, Travis Kalanick, en Pekín, en su primera aparición pública desde el caso de violación en India que involucra a un conductor que provocó la prohibición de Uber en Nueva Delhi. Cuando le preguntaron por el asunto, Kalanick rechazó discutir la situación de India en la compañía en otros mercados como el chino.
Baidu es el último gran inversor de Uber, que al igual que Goldman Sachs y Google ha apostado por la compañía de transporte valorada unos 40.000 millones de dólares.
Tras la prohibición de su actividad en países como España o Francia en las últimas semanas, el consejero delegado de Uber ha asegurado que su empresa no se está a ninguna "presión de regulación" en China.