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El desplome del rublo reaviva el crack de Rusia en 1998

Los rusos observan con preocupación la imparable caída del rublo, que trae los ecos del crack de 1998.

Los rusos observan con preocupación la imparable caída del rublo, que trae los ecos del crack de 1998, cuando se volatilizaron sus ahorros de la noche a la mañana, mientras el Gobierno acusa de la crisis a los especuladores y a factores externos.

"Nos hemos topado con problemas relacionados con dos factores bien conocidos por todos y que no dependen de nuestro país: la continuada caída de los precios del petróleo y la negativa influencia política del exterior. Me refiero a las sanciones", dijo este miércoles el primer ministro, Dmitri Medvédev.

"Los mercados financieros están prácticamente cerrados para los bancos" rusos, añadió el jefe del Gobierno, que reunió de urgencia a sus ministros del área económica con los principales exportadores del sector energético y metalúrgico para abordar la peor crisis monetaria de la "era Putin".

La reunión venía precedida por el desplome sufrido por la moneda rusa en el ya conocido como "martes negro", cuando llegó a perder el 24 y el 28 por ciento ante del dólar y el euro, respectivamente, a pesar de que el Banco Central decidió una espectacular subida de sus tipos de interés, del 10,5 al 17 por ciento.

El rublo, que abrió este miércoles de nuevo a la baja en la Bolsa moscovita, se estabilizó algo después de que el Ministerio de Finanzas anunciara que comenzará a vender sus remanentes de divisas, que totalizan unos 7.000 millones de dólares, y que lo hará "hasta que haga falta", según el viceministro de Finanzas, Alexéi Moiséyev. El regulador ya gastó cerca de 2.000 millones de dólares el pasado lunes para tratar de estabilizar la moneda nacional, según se lee en la página web.

Finalmente, las cotizaciones oficiales, que entrarán en vigor mañana, quedaron fijadas en 67,7 rublos por dólar y 84,5 rublos por euros -una nueva pérdida del 8 por ciento-, pero en la práctica las divisas se vendían ya más caras en la calle. Según la agencia Interfax, en varios bancos de la ciudad de Cheliábinsk (Urales), no había hoy dólares para vender y en algunas sucursales ni dólares ni euros.

En los que sí tenían, el dólar se vendía a 92,99 rublos, y el euro a 107,99 rublos -más una comisión del 2 por ciento-, por encima incluso del punto máximo alcanzado ayer por la moneda rusa, cuando en el mercado de divisas llegó a cotizarse, respectivamente, a 80 por dólar y a 100 por euro.

El pánico es comprensible si se tiene en cuenta que el rublo se ha depreciado ya más del 50 por ciento desde principios de año, espoleado por una masiva fuga de capitales, el desplome del precio del crudo, parte fundamental del presupuesto ruso, y las sanciones impuestas a Moscú por la crisis de Ucrania.

Mientras algunos medios de comunicación, como el diario "Nezavísima Gazeta", criticaban la drástica subida del tipo de interés del Banco Central ruso, a la que acusaban de haber aumentado el pánico en el mercado de divisas, y señalaba que los ciudadanos ven cómo en las últimas semanas, y especialmente los últimos días, los precios suben.

En algunas tiendas de moda extranjeras, Efe pudo observar cómo a las etiquetas originales de algunos artículos se les ha superpuesto otra con el nuevo precio, hasta un 20 por ciento más elevado. Algunas compañías, como Apple Rusia, reconocieron que su tienda online, que ha estado toda la noche desactivada, no funcionará hasta tener claro qué cambio aplicar.

"Nuestra tienda online no está accesible en estos momentos, hasta que no revisemos los precios", dijo el jefa de prensa de la empresa, que planea una subida al menos del 10 por ciento. En algunos establecimientos de la popular cadena rusa de electrodomésticos y electrónica MVideo se observaba anoche y a primera hora de hoy más público del habitual, tratando de adquirir artículos antes de que suban los precios.

Frente a la posición del Gobierno, que achaca la crisis a factores externos, el opositor diario "Novaya Gazeta" escribe que "ni la caída del precio del petróleo, ni las consecuencias de las sanciones pueden explicar la caída del rublo, que ha perdido la mitad desde el Maidán (las protestas que llevaron al cambio de poder en Ucrania)". La víspera de que el presidente ruso, Vladímir Putin, celebre mañana su tradicional conferencia de prensa de fin de año, este diario cree que el precio del rublo no es "injusto".

"El rublo cuesta lo que cuesta en el mercado el poder de Putin. Se puede engañar al votante, pero no al mercado. Las autoridades actuales de Rusia son un desmultiplicador gigantesco que lleva la economía, la moneda y el futuro de Rusia a las cifras que estamos viendo", subraya.

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