El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, ha asegurado que el nuevo impuesto que gravará el petróleo o el gas que se extraigan en España y del que se beneficiarán las comunidades autonómas y los municipios donde se realicen los trabajos tendrá un tipo cercano al 8%, al igual que otros países europeos.
Durante los Desayunos Informativos de Europa Press, Soria explicó que el nuevo gravamen deberá quedar detallado en los reglamentos del anteproyecto de modificación de la Ley de Hidrocaburburos aprobado el viernes por el Consejo de Ministros, si bien partirá de un nivel impositivo "razonable" como en Italia, del 8%, que contrasta con el 12% de Estados Unidos.
En todo caso, consideró que el cambio normativo "más sustancial" de la nueva ley será el que afecte a los propietarios del suelo donde se extraigan los hidrocaburos, que pasarán a ser "sujetos activos del rendimiento de la explotación" y que "pasan a obtener el 1% de la producción".
Soria dijo desconocer si esta medida "va a suavizar" la oposición al fracking, pero destacó que "al menos los propietarios del terreno van a tener un incentivo que va a ser justo". "Todo el mundo tiene derecho a manifestar su oposición, pero un Gobierno tiene que buscar el interés general", añadió.
El ministro insistió en que "es imposible que un país sea competitivo si tiene una energía cara" y consideró que, para abordar este aspecto, el Gobierno ha sido "muy activo en la utilización de sondeos, investigaciones y prospecciones" para conocer los recursos de los que dispone.
La apuesta de Estados Unidos por el fracking ha contribuido al proceso de deslocalización que "desde hace tres años" afecta a Europa y beneficia al país norteamericano. "No nos podemos permitir el lujo de renunciar a una oportunidad de disminuir nuestra dependencia y vulnerabilidad", afirmó.