El Ibex 35 ha cerrado la sesión de este martes con un repunte del 1,8%, lo que ha llevado al selectivo a recuperar la cota psicológica de los 10.000 enteros (10.081,9). En el mercado de deuda, la prima de riesgo se ha colocado en 119,5 puntos básicos, con la rentabilidad del bono a diez años en el 1,793%.
El índice rompe así con dos sesiones en negativo en las que ha perdido alrededor de un 5% a causa del contagio que ha provocado la caída de los precios del petróleo, el impacto en Rusia y la incertidumbre en Grecia.
La mayoría de los valores del selectivo han conseguido terminar al sesión en positivo, encabezados por Grifols, que ha repuntado un 7,3%. También han celebrado con optimismo la jornada FCC (+5%), BME (+4,5%), Popular (+4,2%) y Sacyr (+3,9%).
Tan solo dos valores no han logrado aguantar el tipo: Telefónica, que ha cedido un 0,66%, y Repsol, que se ha dejado un 0,35%. El resto de los 'blue chips' se han teñido de verde y se han revalorizado entre el 2,7% de Santander y el 1,63% de Inditex. Iberdrola ha subido un 1,77% y BBVA un 1,73%.
De este modo, el Ibex se ha mantenido en línea con las principales plazas europeas, más optimista que en sesiones anteriores: Francfort ha repuntado un 2,4%, Londres un 2,3% y París un 2,1%. En el mercado de divisas, el euro se intercambiaba a 1,2488 'billetes verdes'.
Alta volatilidad
El analista de IG Daniel Pingarrón ha señalado que la jornada de hoy se ha caracterizado por la "altísima volatilidad" de las bolsas mundiales, que se han visto afectadas por la caída de los precios del petróleo, por la situación de Grecia y por la depreciación del rublo.
No obstante, la recuperación de la moneda rusa desde los mínimos del día, unida a cierta subida en el petróleo y a la determinación de los índices de Wall Street por rebotar han permitido un cierre positivo de las plazas europeas.
A su juicio, los mercados viven "uno de sus momentos más complicados de todo el año". Pingarrón ha señalado que la evolución del petróleo en el corto plazo parece ser la clave para determinar el rumbo de las bolsas, que, según ha dicho, hacen una lectura "muy discutible".
"En lugar de valorar el estímulo positivo que un crudo más barato tiene para los países occidentales, las bolsas se inclinan por una interpretación en clave de menor demanda por la ralentización económica mundial, acentuada por el daño que los nuevos precios del petróleo causará a los países productores", ha opinado.
El experto ha indicado que cualquier divergencia momentánea entre el crudo y las bolsas llevará asociada, con elevada probabilidad, el ajuste y seguimiento de las segundas al primero, dada la enorme correlación que se ha creado.