Iñigo Errejón está siendo objeto de un expediente disciplinario por parte de la Universidad de Málaga, al objeto de determinar si cumplió o no las cláusulas del contrato suscrito para participar en un proyecto de investigación. El dirigente de Podemos colaboraba en el estudio "La vivienda en Andalucía. Diagnóstico, análisis y propuestas de políticas públicas para la desmercantilización de la vivienda", dotado con 284.604,10 euros.
Lo que tal vez no se haya explicado suficientemente aún es que esa cantidad es sólo una pequeña parte de lo que invierte en subvenciones universitarias la consejería de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía, dirigida por la militante de Izquierda Unida Elena Cortés.
Lejos de ello, la Agencia de la Obra Pública de Andalucía, dependiente de dicha Consejería, ha repartido 23 millones de euros entre las universidades andaluzas para investigar los asuntos más peregrinos como luego se verá. El dinero para financiar estos proyectos, que permiten a los responsables de los departamentos universitarios agraciados contratar a colaboradores y amigos como Errejón, procede de los fondos europeos destinados al I+D+i.
Como la propia Cortés explica con orgullo en la web de la Agencia, dos de esos 23 millones de euros han ido destinados a estudiar la bicicleta "como medio de transporte sostenible", un empeño para el que la consejera andaluza no escatima esfuerzos ni dinero, dentro de un vasto programa de "promoción de la movilidad sostenible y no motorizada en los ámbitos urbano y metropolitano".
Estos dos millones de euros no tienen como destino la construcción de carriles bici o la inversión en algún tipo de equipamiento público, sino básicamente el estudio del fenómeno de la bicicleta, al objeto de que todo este caudal de conocimiento sobre el mundo de las dos ruedas pueda "aplicarse en el marco de las políticas desarrolladas conforme al Plan Andaluz de la Bicicleta".
En total, han sido siete los proyectos de investigación subvencionados para analizar el fenómeno de la bici en Andalucía y sus implicaciones socioeconómicas. Así, uno de ellos consiste en estudiar "la percepción-demanda social de los usuarios de las vías ciclistas andaluzas", para lo cual sus investigadores tienen 315.813,63 euros a su disposición. Otra investigación, igual de ambiciosa, tendrá por objeto estudiar de forma genérica el "impacto de la bicicleta pública en Andalucía", un proyecto premiado con otros casi 110.000 euros.
Todas este esfuerzo investigador de las universidades andaluzas, financiado con fondos europeos destinados a I+D+i, han sido expuestos en el "I Foro I+D+i la bicicleta como medio sostenible".
Pero junto a estas importantes investigaciones sobre la dimensión sostenible de la bici, el departamento de Elena Cortés ha subvencionado proyectos académicos relacionados con el mundo de la vivienda, una de las competencias troncales de la consejería.
En este apartado, además del estudio en el que ha participado el dirigente de Podemos, encontramos otros con títulos tan sugerentes como "El urbanismo de la no ciudad: de la clandestinidad vulnerable a la visibilidad sostenible", financiado con 298.657,51 euros, una "Iniciativa para el Control Social de las Políticas Públicas", dotada con 188.128,99 euros o un proyecto de enjundia dedicado a la "Modelización socioespacial de la intervención social en viviendas sociales en Andalucía", cuyos autores se embolsarán casi 74.000 euros.
Junto a esta peculiar inversión en I+D+i, según la entiende la consejera de la Junta de Andalucía, encontramos otros dos programas de estudio relacionados con la vivienda que, en apariencia, sugieren un mero trabajo de recopilación de datos.
Se trata del proyecto "Viviendas vacías y expectativa de uso (segunda residencia y residentes climáticos)", dotado con 144.970 euros y "La estimación de las viviendas principales, secundarias y vacías en Andalucía", cuyo responsable podrá contratar a colaboradores y amigos hasta completar los 249.240 euros con los que ha resultado agraciado.
Pero lo que, sin duda, otorga a estas subvenciones en I+D+i su carácter peculiar es el proyecto denominado "Diagnóstico y plan de actuación para la creación del observatorio de la vivienda en Andalucía", al que se han destinado nada menos que 409.248,62 euros.
Si la creación de observatorios de los más diversos fenómenos sociales puede considerarse un despilfarro, especialmente en momentos de grave crisis económica, la consejera comunista de la Junta de Andalucía dedica casi medio millón de euros solamente a estudiar la manera de crear el observatorio de la vivienda, un proyecto que, aunque se culmine con éxito (cuestión sobre la que no nos atrevemos a dudar), va a tener un impacto probablemente limitado en los resultados que en materia de investigación científica va a producir este año nuestro país.