Atención a las previsiones de gasto de las regiones españolas: de cara al año 2015, plantean un aumento medio de sus desembolsos equivalente al 1,4%, lo que llevará la totalidad de los presupuestos regionales hasta los 125.266 millones de euros. De hecho, solamente hay dos regiones en las que se registrará una regresión en términos interanuales.
A la cabeza del aumento del gasto público estará Extremadura, que plantea para 2015 un crecimiento de sus presupuestos regionales equivalente al 6,7%. A continuación figuran Baleares, donde la Administración Bauzá plantea llevar el total del gasto público regional hacia los 3.349 millones, un crecimiento del 5,9%. El podio lo completa Murcia, que sumará en 2015 un desembolso total de 4.078 millones, equivalente a un alza interanual del 3,7%.
En el extremo opuesto encontramos a Canarias y Cantabria, las dos únicas autonomías que reducirán sus presupuestos a lo largo del próximo ejercicio. Los datos para el territorio insular hablan de un gasto total de 5.898 millones, por lo que la caída sería del -3,01% frente a los números de 2014. Por otro lado, Cantabria vivirá un descenso más moderado, que asciende al -0,7% y dejará el presupuesto en 2.136 millones de euros.
El próximo ejercicio, en el que se celebrarán Elecciones Autonómicas y Municipales en el mes de mayo, muestra un aumento más moderado del gasto en cinco regiones que han limitado este crecimiento interanual a tasas inferiores al 1%. Es el caso de Asturias (0,26%), Aragón (0,43%), Galicia (0,5%), Castilla-La Mancha (0,61%) y la Comunidad Valenciana (0,8%).
Las cifras, que no incluyen a Cataluña -acaba de presentar sus Presupuestos-, muestran en un escenario menos moderado a Navarra, Castilla y León, La Rioja, Andalucía y Madrid, cuyos aumentos van del 1,04% al 1,9%. Más profundo es el crecimiento del gasto público en el País Vasco, que ocupa la cuarta posición de la tabla al hilo de un aumento estimado en el 2,5%.
En suma, el total de 2014 ascendió a 123.512 millones, mientras que la previsión para 2015 llega a 125.266. El pico se alcanzó en 2010, cuando las regiones españolas desembolsaron la friolera de 175.229 millones de euros, una cifra de difícil explicación en plena crisis económica y fiscal. Así las cosas, los números registrados en 2014 son cercanos a los niveles registrados en 2007 ó 2008 y suponen un descenso aproximado del 15% frente a las cotas de 2010.
¿Qué niveles de gasto eran los de los años previos al estallido de la burbuja? Si retrocedemos una década, encontramos que el gasto público de las regiones (excluyendo Cataluña) rondaba los 120.000 millones de euros.
Menores gastos financieros
Fijándonos en los gastos de personal de las regiones españolas, la subida que se espera para 2015 es del 2,05%, por encima de la cifra media del 1,4% que se aprecia en los números totales. Analizando el capítulo de inversiones, lo que encontramos es una previsión de aumento que llega al 6,22%, también claramente superior al 1,4% de aumento general.
¿Cómo se explica, por tanto, esa cifra final, la del aumento del 1,4% en el gasto autonómico? La respuesta la tenemos en los gastos financieros, que bajan hasta los 5.598 millones de euros, lo que supone una variación interanual cercana al -18%. Es la primera vez en una década que los gastos financieros de las regiones van a bajar en términos interanuales.
Los principales factores que explican este buen desempeño son las mejores condiciones de financiación que están logrando las comunidades que sí tienen acceso a los mercados (Madrid sería el mejor ejemplo) y los menores intereses que está brindando el Ministerio de Hacienda a las regiones adheridas al Fondo de Liquidez Autonómica (lo que redunda en un ahorro superior a los 2.000 millones de euros).
Eso sí, los casi 6.000 millones de euros de reducción en el gasto financiero deben ser tomados con cautela debido a la no inclusión de Cataluña. Solamente por los intereses de su deuda, la región gobernada por Artur Mas viene desembolsando alrededor de 2.000 millones de euros al año.
Un preocupante cuadro fiscal
Curiosamente, el déficit que espera Fedea para las Comunidades Autónomas en 2014 supera en la mayoría de los casos el umbral fijado por el Ministerio de Hacienda. Así, solamente Navarra se ubica por debajo del 1% del PIB (su descuadre presupuestario llegará al 0,6%), mientras que Canarias se quedará justo en el 1% que fijó el Ejecutivo central.
Cerca del aprobado encontramos a País Vasco y la Comunidad de Madrid, que, no obstante, acabarían el año en el 1,2% y el 1,3%, respectivamente. Una décima por encima encontramos a Castilla y León y Galicia, donde Fedea espera una diferencia negativa entre ingresos y gastos del 1,4% del PIB.
Mayores son los incumplimientos que se esperan de Cantabria, Asturias, La Rioja, Baleares o Andalucía, donde el déficit sobre el PIB se espera, respectivamente, en el 1,5%, 1,6%, 1,6%, 1,7% y 1,8%. La cifra que se espera en la región gobernada por Susana Díaz iguala el descuadre medio que calcula Fedea (1,8% del PIB).
El desempeño de Extremadura, Castilla-La Mancha y Aragón que calcula Fedea para 2014 arroja un déficit del 2,2% del PIB. Una décima por encima, en el 2,3%, estaría el nivel de incumpliento de Cataluña. Las dos peores regiones en materia de rigor fiscal serían la Comunidad Valenciana y Murcia, para las que Fedea calcula un descuadre equivalente al 2,7% y el 2,8% del PIB, respectivamente.
Las estimaciones de Fedea van en consonancia con lo que apuntó en octubre la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal. Dicho organismo apuntó entonces que el déficit regional no alcanzará el objetivo de déficit público fijado para 2014, por lo que los resultados de 2015 en materia de cumplimiento presupuestario se antojan aún más preocupantes.
No en vano, si Fedea calcula un desvío del 1,8% frente a un objetivo del 1%, el umbral del 0,7% que se ha comunicado a Bruselas para 2015 exigirá un ajuste equivalente al 1,1% del PIB regional, en vez de al 0,3% que se hubiera derivado de un 2014 con buen comportamiento fiscal.
Esto explica que la Comisión Europea haya advertido ya del riesgo de incumplimiento de déficit de España, uno de los siete socios comunitarios que en 2015 volvería a dejar de lado sus obligaciones fiscales.